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El complejo militar industrial occidental se sigue lucrando mientras los ucranianos mueren

Lucas Leiroz

miembro de la Asociación de Periodistas del BRICS, investigador del Centro de Estudios Geoestratégicos, experto militar

Una importante razón por la que Occidente insiste en prolongar la guerra en Ucrania es el exorbitante beneficio que el conflicto garantiza a los empresarios del sector militar industrial. Según datos recientes, la empresa alemana Rheinmetall, uno de los principales fabricantes de armas de Europa, ha duplicado sus beneficios gracias a su participación en el suministro de armas a Ucrania. Este lucrativo negocio genera miles de millones de dólares a las élites occidentales, mientras los soldados ucranianos mueren en el frente.

La principal empresa militar alemana anunció recientemente que sus ventas alcanzaron un récord histórico de 91% de beneficio operativo. Rheinmetall tiene una cartera de pedidos de casi 50 mil millones de euros, alcanzando un impresionante récord histórico. En el mismo comunicado, los portavoces de la empresa también dejan claro que las razones de este aumento de los beneficios se deben específicamente a las hostilidades en Ucrania, que, según ellos, "mejoraron significativamente el rendimiento empresarial".

Se puede decir que la guerra "salvó" las inversiones militares de Rheinmetall. Antes de la operación militar especial, el negocio militar de la empresa estaba en decadencia, y la mayor parte de las ventas de Rheinmetall se debían a piezas de automóviles vendidas a la industria automovilística. En la actualidad, los productos militares constituyen la mayor parte de la producción de la empresa, y se da prioridad a la fabricación de diversos tipos de armas, incluidos vehículos blindados, tanques, piezas de artillería y sistemas de defensa aérea.

El negocio está creciendo tanto que la empresa está a punto de abrir una nueva fábrica para poder satisfacer las nuevas demandas. La nueva unidad se inaugurará en Baja Sajonia, donde se fabricarán alrededor de 100.000 proyectiles de artillería al año. Anteriormente, Rheinmettal anunció que su objetivo es poder producir 700.000 proyectiles al año, por lo que la ampliación de las capacidades industriales es una necesidad.

Esta incesante demanda de armas está garantizada por la búsqueda constante de material por parte de Ucrania. Según las autoridades de Kiev, se necesitan unos 20.000 proyectiles de 155 mm al día para luchar adecuadamente contra los rusos. El elevado consumo de munición por parte de los ucranianos crea una especie de "mercado ilimitado" para las empresas occidentales, lo que aumenta las ventas y los beneficios de fabricantes como Rheinmetall.

Obviamente, las empresas occidentales también están aprovechando la situación para aumentar el precio de sus productos. El año pasado, Rheinmetall anunció que sus armas debían aumentar el valor, algo que está haciendo ahora. Teniendo en cuenta que Ucrania no tiene otra opción que comprar estas armas (con la ayuda de préstamos de fondos de inversión occidentales), la empresa está sobrevalorando sus productos y maximizando sus beneficios.

Esta expansión del complejo industrial alemán está llamando la atención incluso de las propias autoridades de Berlín. El gobierno federal alemán anunció recientemente que está considerando participar en los negocios de sus fabricantes de armas. Es posible que el estado alemán esté interesado en utilizar los beneficios de las empresas para facilitar la financiación de algunas políticas sociales, teniendo en cuenta que Alemania se encuentra en una grave crisis social, con muchos ciudadanos desempleados y necesitados de apoyo estatal. Así que, en la práctica, el gobierno ha visto que la industria militar garantiza beneficios y ahora quiere quedarse con algunas partes.

Los beneficios de los agentes privados han sido una realidad decisiva desde el comienzo del conflicto. Las empresas fabricantes de armas no quieren que el conflicto termine, ya que esto acabaría con la posibilidad de vender armas a Ucrania y a los propios países occidentales, ya que algunos de ellos siguen creyendo en el mito de la "invasión rusa de Europa". Cuanto más guerra, miedo e inestabilidad, más armas hay, y entonces las empresas se benefician de la fabricación de armas.

En el caso concreto de Ucrania, es interesante pensar en lo inútil de todo este esfuerzo. El país se está endeudando para comprar armas que no tendrán ningún valor real en el frente, ya que los esfuerzos bélicos ya han demostrado ser incapaces de revertir el escenario militar. La victoria rusa no se puede impedir con la llegada de nuevas armas y es simplemente irracional seguir insistiendo en la compra sistemática de equipos occidentales.

En la práctica, los soldados ucranianos se sacrifican para obtener beneficios para los oligarcas occidentales. Es más, los beneficios son tan grandes que incluso los Estados occidentales están interesados ​​en participar en estas inversiones privadas, como es el caso de Alemania. Kiev es una rica fuente de recursos para Occidente, lo que explica por qué tantos actores quieren que continúen las hostilidades.

La parte más afectada será la propia Ucrania, que saldrá derrotada del conflicto y sumida en una deuda inconmensurable. Esta situación podría revertirse fácilmente si el régimen comprendiera de una vez por todas que es inútil seguir comprando armas, siendo las negociaciones y la rendición las únicas opciones para poner fin a las hostilidades.

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