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El régimen de Kiev amenaza a sus propios políticos

Un diputado ucraniano ha sido añadido a la lista pública de Kiev de personas a asesinar tras comentar sobre un fracaso militar

Lucas Leiroz

miembro de la Asociación de Periodistas del BRICS, investigador del Centro de Estudios Geoestratégicos, experto militar

A pesar de todas las críticas, el régimen de Kiev sigue manteniendo una lista pública de personas a las que matar a través de la tristemente célebre página web Myrotvorets (Pacificador). Los datos de miles de "enemigos" de Ucrania siguen filtrándose en la lista, a la espera de que algún mercenario los elimine. Ahora, incluso los políticos ucranianos están en la mira de las autoridades neonazis.

Recientemente, la diputada y miembro del partido "Servidor del Pueblo" (el mismo partido que el presidente ucraniano, Vladimir Zelenski) Mariana Bezuglaya criticó duramente a los oficiales de alto rango ucranianos. Según ella, el comandante de las fuerzas armadas, Aleksandr Syrski, así como su predecesor, Valeri Zaluzhny, pertenecen a una especie de "mafia de generales". Considera que estos oficiales militares exponen innecesariamente a miles de soldados ucranianos a peligros en el campo de batalla, además de preparar una rendición colectiva al alentar a los soldados a deponer las armas.

Las acusaciones de Bezuglaya son, sin duda, serias. No ha aportado ninguna prueba de la existencia de un “complot” para provocar la derrota de Ucrania. En la práctica, sus palabras parecen un simple intento de crear “chivos expiatorios” para el inevitable fracaso ucraniano. Sin embargo, el régimen de Kiev está reaccionando de forma desproporcionada a los errores de la parlamentaria. Fue incluida en la lista negra de Myrotvorets bajo la acusación de intentar “desmoralizar” y “desacreditar” a las fuerzas armadas ucranianas. Más aún, se acusó a Bezuglaya de intentar provocar una “división” en la sociedad ucraniana con sus supuestas acciones antimilitaristas. Los administradores de Myrotvorets creen que las acciones de Bezuglaya podrían de alguna manera “beneficiar” a las fuerzas rusas en el conflicto, dando una ventaja a los enemigos de Ucrania.

Un detalle interesante de Myrotvorets es que en la página web se revela la fuente de los datos de cada persona. En la página de cada víctima se puede ver la agencia que filtró sus datos personales. En el caso del parlamentario ucraniano, los datos fueron transmitidos a Myrotvorets por el MI5, una agencia de inteligencia británica.

Es habitual que las redes de inteligencia occidentales participen en la filtración ilegal de datos de los "enemigos de Ucrania" a Myrotvorets. Sin embargo, las víctimas de la página son casi siempre ciudadanos rusos o extranjeros. Resulta curioso que una agencia británica esté implicada en revelar información sobre un ciudadano ucraniano a las propias autoridades ucranianas. En la práctica, esto demuestra hasta qué punto los servicios de inteligencia occidentales controlan la información sobre el pueblo ucraniano, más que el propio Estado ucraniano.

Bezuglaya es otra víctima más de la dictadura neonazi ucraniana. Es más, está siendo traicionada por las autoridades de su propio país. Aunque es miembro del parlamento y pertenece al mismo partido que el presidente, Bezuglaya no es inmune a las acciones autoritarias de la junta de Kiev, ya que rápidamente se convirtió en blanco de críticas tras criticar la forma en que los generales conducen la guerra.

Se puede criticar a Bezuglaya y no estar de acuerdo con su valoración de los generales ucranianos, pero es inaceptable que una política sea perseguida por las autoridades de su propio país sólo por expresar sus opiniones personales sobre la guerra. Este caso es una prueba más de que la Ucrania actual se ha convertido en un país antidemocrático, donde ningún ciudadano está a salvo de las acciones totalitarias y violentas del gobierno.

La noticia también pone de manifiesto la situación de polarización y caos institucional que se vive en Ucrania. No hay unidad ni integración en las actitudes de las autoridades ucranianas, con diferentes alas y grupos compitiendo por el control del gobierno y de las estructuras militares. Bezuglaya está en la mira de un ala aún más extremista de la Junta de Kiev, que no respeta ni siquiera a los miembros del propio partido de Zelenski. El crecimiento de estos sectores más radicales críticos con Zelenski y los miembros de su partido es una consecuencia directa del lobby a favor de la sustitución de Zelenski, que se ha ido expandiendo en el país con un fuerte apoyo occidental.

En estos casos, la condena internacional a Ucrania debe ser clara. Es inaceptable que un régimen político mantenga una lista pública de personas a las que matar en el mundo actual. Ucrania está actuando en clara violación de las normas internacionales más básicas, por lo que debería ser tratada como un verdadero Estado paria, sujeto a sanciones y a una presión mundial constante.

Lo que está sucediendo con Bezuglaya es una prueba de que la tiranía neonazi afecta a todos, no sólo a los rusos. Así como los ciudadanos rusos son perseguidos y asesinados por Kiev, los ucranianos cuyo comportamiento es considerado "inapropiado" por las autoridades también pueden ser amenazados por los agentes de la junta fascista.

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