Crónicas de una Censura en Guía de Gran Canaria

Erasmo Quintana *

Una democrática Moción de Censura contra el actual alcalde, Pedro Rodríguez, ha puesto en el candelero al Ayuntamiento de Guía. Este primer edil lleva casi catorce años como rector principal por un “medicamento” que le dispensó al que entonces era el alcalde, su valedor Fernando Bañolas. Aquí hay que hacer hincapié en que Pedro era el “delfín” de Bañolas. Pues bien, esa misma medicina es la que la actual oposición al completo le ha medicamentado a Pedro Rodríguez, lo que le conducirá de un solo empujón a las cavernas de Pedro Botero el próximo día 17 de los corrientes. 

Aquí, como todos podemos ver, se hace verdad aquello de “donde las dan las toman”. Hay un pecado frecuente y muy humano en el que estos personajes de la política suelen caer con facilidad, y es en la soberbia. Ya lo hemos dicho en otro lugar, que el actual edil, de tantos años que lleva en la responsabilidad del cargo, llega a obnubilarse su mente de tal modo, que se llega a creer el rey del mambo, y que puede hacer lo que le da la gana sin correr el mínimo riesgo de nada. Ahora con un buen baño de realidad se dará cuenta de lo equivocado que estaba. Su paso por la alcaldía fue muy sui generis, pues se creyó con derecho de perseguir a quien consideraba su enemigo, y hacer regalías a quienes para él eran de los suyos.

Guía de Gran Canaria, desde el siglo XIX fue un importante municipio. Tuvo desde el s. XVI Escribanía Pública, que se convirtió en Notaría en 1862 como consecuencia de la nueva Ley del Registro y del Notariado, y desde 1866 Registro de la Propiedad. Fernando de León y Castillo, siempre se presentó a Diputado por la Circunscripción de Guía, y fue el artífice en la gestación y consecución para que la Villa de Guía de Gran Canaria alcanzara el título de Ciudad desde aquel 1º de octubre de 1871, concedido por S.M. el rey Amadeo de Saboya, I de España.

Cuando como concejal de Cultura nos hicimos cargo de localizar el Archivo de la Ciudad, valiéndonos de Sergio Aguiar Castellano, recién incorporado como Archivero municipal, se hallaba todo revuelto por los suelos de inadecuadas habitaciones del llamado Colegio de los Salesianos, con los importantes documentos, legajos y expedientes que lo formaban, unos en cajas y otros amontonados por el piso. Hasta 1985 esta documentación y archivo se encontraban en dependencias del propio Ayuntamiento más o menos consultables, aunque también se echaba en falta una mayor y mejor ordenación y cuidado. En la actualidad se encuentra reunida y controlada gracias al trabajo del archivero municipal, Sergio Aguiar, y, modestamente, por iniciativa de mi concejalía de Cultura.

Decíamos que era importante no olvidar que el Marqués del Muni León y Castillo fue siempre Diputado a Cortes por la Circunscripción o Jurisdicción de Guía de Gran Canaria, desde aquella primera de 1871, en que se estrenaba como tal miembro del Parlamento Nacional, a pesar de su juventud. El teldense Fernando -nacido en 1842, en  aquella ciudad sureña- alcanzó la designación de Diputado en las elecciones de este año por el Partido Liberal Canario, cuando tan solo contaba con 29 años y ya destacaba por su oratoria e indudable vocación política. Fue esa vocación la que lo llevó a presentarse en las antedichas elecciones generales, así como en otras sucesivas, siempre por el Distrito o Jurisdicción de Guía. 

Por una feliz coincidencia, el Cronista Oficial de Telde y director de la Casa Museo León y Castillo, Antonio González Padrón, nos hizo saber que guardaba un busto de León y Castillo, el cual donaba a Guía, la que tanto tuvo que ver en su profesión, si a mí me parecía bien. No tuve reparo alguno y todo fue agradecimiento. Una vez en mi poder, fue localizar el lugar idóneo que sería la calle Marqués del Muni, esquina a Lomo Guillén. Le encargué un pedestal, con una placa que reza; “Guía de Gran Canaria a Fernando de León y Castillo Primer Marqués del Muni Diputado que fue siempre por este Partido Judicial y a cuya gestión le debe el Título de Ciudad. Año 2005.”

A la inauguración asistió una representación del Cabildo Insular, Ayuntamiento de Telde y Parlamento de Canarias, que acompañó al alcalde  Fernando Bañolas, al concejal de Cultura y al Cronista Oficial, Pedro González Sosa, recientemente fallecido. Con posterioridad, a mentes “iluminadas” no les gustaba la colocación del pedestal, que desaparecieron, y el busto del Marqués del Muni lo colocaron rente a la pared. Qué le vamos a hacer, siempre hay gente más inteligente que uno...

La relación de enfrentamiento alcaldía-oposición, a la que se unía el absolutismo de Pedro Rodríguez, hizo que desde hace tiempo la oposición pentapartita decidiera no acudir a los plenos, y las dos dimisiones de Intervención fueron los detonantes que desencadenaron esta Moción de Censura. Años de cesarismo personalista serán sustituidos por el orgullo de ser ciudadanos de Guía, y que el municipio y su gente será lo primero en la responsabilidad compartida por los concejales pertenecientes a los cinco partidos que ahora son oposición. Bienvenida sea pues esta nueva experiencia por el bienestar del municipio; éste debe ser el eje y centro de toda la atención, sin que nunca sucedan tentaciones personalistas. Por el bien del municipio de Guía, el lema debería ser: “Todos a una, como en Fuenteovejuna”. Suerte.

Erasmo Quintana