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domingo, 30 de junio de 2024 14:30h.

La Represalia Laboral: Un Caso de Represión Sindical en Securitas Seguridad España - por Jacinto Ortega del Rosario

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La Represalia Laboral: Un Caso de Represión Sindical en Securitas Seguridad España - por Jacinto Ortega del Rosario

exconcejal de Cohesión Social, Juventud e Igualdad del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria

 

 

En el año 2014 decidí emprender una nueva aventura en el ámbito de la política, dejando temporalmente mi puesto en Securitas Seguridad España. Ocho años más tarde, habiendo cumplido con mi compromiso en el servicio público, regresé a mi antiguo sector, reencontrándome con mi antigua empresa la cuál reconocía mi antigüedad de más de treinta y dos años tal y cómo me correspondía por haber estado en situación de excedencia especial.

Sin embargo, un año después de mi reincorporación, mi situación laboral sigue siendo inestable. A pesar de mi larga trayectoria, me encuentro realizando servicios en diversas instalaciones, sin una ubicación fija y con la obligación de presentar demandas ante el juzgado de instrucción por vulneración de derechos y ante la Inspección de Trabajo por numerosos incumplimientos en materia de prevención, todo ello en calidad de delegado sindical.

Estas circunstancias me llevan a cuestionar si la empresa, Securitas Seguridad España, no está utilizando mi caso como una advertencia para el resto de sindicalistas y trabajadores. La pregunta que surge es: si una persona que ha ocupado cargos de relevancia en la política municipal puede ser tratada de esta manera, ¿qué no harán con los demás?

La situación actual en Securitas sugiere una estrategia clara de represión sindical.

A través de mi experiencia, la empresa podría estar enviando un mensaje inequívoco a sus empleados: aquellos que se atrevan a levantar la voz o asumir roles de representación sindical serán objeto de represalias. Esta táctica de intimidación busca desalentar la participación activa en el sindicato y silenciar cualquier forma de resistencia ante las injusticias laborales.

La figura del delegado sindical es crucial para la defensa de los derechos de los trabajadores. Sin embargo, cuando estos representantes son atacados y menospreciados, se debilita la estructura sindical y se desprotege a la fuerza laboral. Mi caso no es solo una agresión personal, sino un ataque directo al movimiento sindical en su conjunto.

Es fundamental que los trabajadores y sindicalistas de Securitas y de otras empresas se mantengan unidos y solidarios frente a estas prácticas de represalia. La fuerza del sindicato radica en la cohesión y el apoyo mutuo entre sus miembros. No podemos permitir que las tácticas intimidatorias de la empresa logren su objetivo de desmovilización.

Además, es esencial que las instituciones competentes, como la Inspección de trabajo y los tribunales, actúen con firmeza para sancionar cualquier incumplimiento de la legislación laboral y cualquier vulneración de los derechos de los trabajadores. La justicia debe prevalecer para garantizar un entorno laboral justo y equitativo.

La situación que enfrento en Securitas Seguridad España no es un caso aislado, sino un reflejo de una problemática más amplia de represión sindical en muchas empresas. Debemos denunciar estas prácticas y luchar por la protección y el respeto de los derechos laborales. Solo a través de la solidaridad y la acción conjunta podremos asegurar un futuro en el que los trabajadores no sean castigados por defender sus derechos y en el que la justicia laboral sea una realidad para todos.

 

* Gracias a Jacinto Ortega del Rosario y a la colaboración de Mari Villarmín

JACINTO ORTEGA DEL ROSARIO
JACINTO ORTEGA DEL ROSARIO

 

mancheta mayo 24