"Dos vividores reales": Juan Carlos I y Froilán, en una tribuna de la final de la Champions
Antonio Aguado, coehrente veterano socialista, exmilitante del PSOE, señala esta información
"Dos vividores reales": Juan Carlos I y Froilán, en una tribuna de la final de la Champions
Fotomontaje con dos imágenes de archivo de Juan Carlos I y Froilán, y a la derecha un tercer vividor.
Una vida entre España y Abu Dabi, con el eco de los escándalos financieros y amorosos y disfrutando de regatas, fiestas, discotecas, corridas de toros y también partidos de fútbol en tribuna. Entre Juan Carlos I y su nieto Froilán están recuperando el verdadero sentido de las monarquías: demostrar la obscenidad vividora a la que puede llegar el ser humano.
En los últimos tiempos, la frase de "ser más vago que Abascal" se ha ido imponiendo a los clásicos "vivir como un rey" y "vives mejor que un cura con dos parroquias", y alguien tenía que hacer algo. Si hacemos un breve repaso a las últimas noticias del abuelo y el nieto veremos un patrón clarísimo: entre ambos están reconquistando aquello que otras monarquías han ido perdiendo, el espíritu de bon vivant.
Ahora varios medios de comunicación han explicado que Juan Carlos I y Froilán estuvieron presentes en el estadio de Wembley durante la final de la Champions League, el escenario en el que el Real Madrid ganó su decimoquinta Copa de Europa. Según el diario El Mundo, el emérito fue invitado a la tribuna de personalidades por el propio Florentino Pérez y viajó desde Abu Dabi con su nieto.
Estos han sido algunos de los comentarios en las redes:
Thank you for watching
Hace un par de semanas, Juan Carlos I volvió a España por cuarta vez en cuatro meses y medio para competir en una nueva regata. En los últimos años, las noticias que ha dejado son las de sus tejemanejes económicos. En cuanto a Froilán, ya conocemos los titulares que han aparecido en la prensa durante los últimos años, con sus andanzas en fiestas en afters con jacuzzis y otros incidentes. A vivir, que son dos días.
* Gracias a la colaboración de Antonio Aguado
