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martes, 02 de julio de 2024 06:55h.

Julian Assange: libre por fin, pero culpable de ejercer el periodismo - por Pepe Escobar

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Federico Aguilera Klink destaca este artículo, comentanco "Efectivamente. Si exponer y denunciar crímenes se considera un crimen es porque estamos gobernados por criminales... como ya sabemos desde hace mucho tiempo..."

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Julian Assange: libre por fin, pero culpable de ejercer el periodismo - por Pepe Escobar

STRATEGIC CULTURE

El despiadado y todopoderoso Aparato de Inteligencia de Estados Unidos no actuará sin restricciones ni tomará prisioneros para castigar a cualquiera, en cualquier lugar, que se atreva a exponer los crímenes imperiales.

El Gobierno de Estados Unidos (GEU) –bajo el “orden internacional basado en reglas”– ha dictaminado de facto que Julian Assange es culpable de ejercer el periodismo.

Edward Snowden ya había señalado que “cuando exponer un crimen se considera cometer un crimen, estás siendo gobernado por criminales”.

Delincuentes como Mike “Mentimos, engañamos, robamos” Pompeo, exsecretario de Estado de Trump, que había planeado secuestrar y matar a Julian cuando era jefe de la CIA.

La indomable Jennifer Robinson y el abogado estadounidense de Julian, Barry Pollack, lo resumen todo: Estados Unidos ha “perseguido el periodismo como un delito”.

Julián se vio obligado a sufrir un Vía Crucis indescriptiblemente cruel porque se atrevió a exponer los crímenes de guerra del gobierno de los Estados Unidos; el funcionamiento interno del ejército estadounidense en su atronadora Guerra del Terror (la cursiva es mía) en Afganistán e Irak; y –el Santo de los Santos– se atrevió a publicar correos electrónicos que mostraban que el Comité Nacional Demócrata (DNC) coludió con la notoria arpía belicista Hillary Clinton.

Julián fue sometido a una tortura psicológica implacable y estuvo a punto de ser crucificado por publicar hechos que siempre deberían permanecer invisibles para la opinión pública. En eso consiste el periodismo de alto nivel.

Todo el drama enseña al planeta entero todo lo que se necesita saber sobre el control absoluto del Hegemón sobre el patético Reino Unido y la UE.

Y eso nos lleva al kabuki que puede –y la palabra clave es “puede”– cerrar el caso. Título de la obra de moralidad retorcida: “Declararse culpable o morir en la cárcel”.

El giro final en la trama de la obra moral es así: la combinación detrás del cadáver en la Casa Blanca se dio cuenta de que torturar a un periodista y editor australiano en una prisión de máxima seguridad de Estados Unidos en un año electoral no era exactamente bueno para el negocio.

Al mismo tiempo, el establishment británico rogaba que lo excluyeran del complot, ya que su sistema de “justicia” se vio obligado por el Hegemón a mantener a un hombre inocente y padre de familia como rehenes durante cinco años, en condiciones abismales, en nombre de la protección de una canasta de secretos de inteligencia angloamericanos.

Al final, el establishment británico aplicó silenciosamente toda la presión que pudo reunir para correr hacia la salida, con pleno conocimiento de lo que los estadounidenses estaban planeando para Julian.

La vida en prisión era “justa y razonable”

Este miércoles comienza el kabuki en Saipán, la mayor de las Islas Marianas del Norte, un territorio no incorporado al Pacífico administrado por el Hegemón.

Por fin libres, tal vez, pero con condiciones que siguen siendo bastante confusas.

Este tribunal estadounidense en el Pacífico ordenó a Julian que ordenara a WikiLeaks que destruyera información como condición del acuerdo.

Julian tuvo que decirle a la jueza estadounidense Ramona Manglona que no fue sobornado ni coaccionado para declararse culpable del cargo crucial de “conspirar para obtener y difundir ilegalmente información clasificada relacionada con la defensa nacional de los Estados Unidos”.

Bueno, sus abogados le dijeron que tenía que seguir el guión de 'Declararse culpable o morir en la cárcel'. De lo contrario, no hay trato.

El juez Manglona –en un sorprendente roce de esos cinco años de tortura psicológica– dijo: “parece que sus 62 meses de prisión fueron justos, razonables y proporcionados”.

Ahora, entonces, el gobierno de los Estados Unidos, tan benigno y “justo”, tomará las medidas necesarias para borrar de inmediato los cargos restantes contra Julian en el notoriamente duro Distrito Este de Virginia.

Julian siempre se mantuvo firme: recalcó una y otra vez que nunca se declararía culpable de un cargo de espionaje. No lo hizo; se declaró culpable de un cargo de delito grave/conspiración poco claro; cumplió condena; fue puesto en libertad; y eso es todo.

¿O es eso?

Australia es un estado vasallo hegemónico, incluida la inteligencia, y con menos de cero capacidad para proteger a su población civil.

Mudarse del Reino Unido a Australia puede no ser exactamente una mejora, incluso con la libertad incluida. Una verdadera mejora sería pasar a un verdadero soberano. Como Rusia. Sin embargo, Julian necesitará autorización estadounidense para viajar y salir de Australia. Moscú será inevitablemente un destino autorizado y prohibido.

No hay duda de que Julian volverá a estar al mando de WikiLeaks. Es posible que incluso los denunciantes estén haciendo cola mientras hablamos para contar sus historias, respaldadas por documentos oficiales.

Sin embargo, el mensaje crudo y siniestro sigue totalmente impreso en el inconsciente colectivo: el despiadado y todopoderoso aparato de inteligencia estadounidense no hará nada ni tomará prisioneros para castigar a cualquiera, en cualquier lugar, que se atreva a exponer los crímenes imperiales. Una nueva epopeya global comienza ahora: la lucha contra el periodismo criminalizado.

* Gracias a Pepe Escobar y STRATEGIC CULTURE y a la colaboración de Federico Aguilera Klink

https://strategic-culture.su/news/2024/06/26/julian-assange-free-at-last-but-guilty-of-practicing-journalism/

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STRATEGIC CULTURE Aparecido originalmente en STRATEGIC CULTURE . La casa de mi tía republica con autorización
 Aparecido originalmente en STRATEGIC CULTURE . La casa de mi tía republica con autorización
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