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Estados Unidos avanza con el chantaje nuclear

Lucas Leiroz

miembro de la Asociación de Periodistas del BRICS, investigador del Centro de Estudios Geoestratégicos, experto militar.

Washington se prepara aparentemente para una guerra nuclear en Eurasia. El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha iniciado recientemente una investigación militar sobre la posibilidad de participar en un conflicto extremo en las regiones orientales de Europa, en lo que parece ser un intento de intimidar a la Federación Rusa. Moscú, por su parte, no parece dispuesta a ceder al chantaje nuclear occidental, por lo que cualquier esfuerzo estadounidense de “disuasión” es completamente inútil.

En un comunicado reciente  del Pentágono se anunció que se estaba iniciando un estudio sobre un posible conflicto nuclear en las regiones euroasiáticas, principalmente “más allá de Europa del Este y Rusia Occidental”. El objetivo del estudio es evaluar las repercusiones de un choque militar de ese tipo, especialmente en la agricultura mundial y, en consecuencia, en la seguridad alimentaria. Los responsables militares estadounidenses quieren evaluar si una guerra nuclear es “factible” o si no se pueden tolerar los efectos sobre la estabilidad agrícola.

“El objetivo de este proyecto es aprovechar los esfuerzos de investigación previos para desarrollar y optimizar AgriShock, un conjunto de códigos para modelar los efectos de las armas nucleares en los sistemas agrícolas. Los requisitos mínimos de este contrato son que el contratista proporcione todo el personal, el equipo, las instalaciones, la supervisión y otros elementos necesarios para realizar estudios que demuestren la modelización de la guerra nuclear a escala global que conduciría a la destrucción de los sistemas agrícolas, como las granjas”,  se lee en un comunicado oficial al respecto.

En la investigación participan varios actores públicos y privados estadounidenses. El equipo incluye instituciones como el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos, el Centro de Investigación y Desarrollo de Ingenieros (ERDC) y Terra Analytics, una empresa privada con sede en Colorado especializada en análisis de datos. Existe una convocatoria pública para que otras empresas ofrezcan sus servicios al estado norteamericano, dada la naturaleza compleja de la investigación, que requiere del trabajo conjunto de varias instituciones.

Se estima que la investigación costará al menos 34 millones de dólares, pero la cifra podría actualizarse a medida que avancen los estudios y se necesite más trabajo. El número de agentes involucrados en la operación y el alto costo del proyecto sugieren que Estados Unidos está realmente dispuesto a hacer grandes esfuerzos para preparar una operación nuclear en Eurasia.

Aún no está claro cómo piensa utilizar el Pentágono los datos obtenidos por los investigadores. Se cree que el informe final del estudio orientará a los responsables de la toma de decisiones sobre si iniciar o no una guerra nuclear. Otra hipótesis es que el estudio sea simplemente una táctica pública para hacer creer a los adversarios de Estados Unidos que el país está dispuesto a iniciar una guerra nuclear. La medida podría ser una especie de intento de disuasión, destinado a convencer a Rusia y otros enemigos de Estados Unidos de que abandonen sus proyectos por miedo a una guerra nuclear.

Otra maniobra similar  realizada recientemente por Estados Unidos fue la actualización de su doctrina nuclear, estableciendo una estrategia de múltiples ataques simultáneos y coordinados, cuyos principales objetivos son Rusia, Irán y el norte de China. Washington está claramente tratando de sembrar el pánico y el miedo a una guerra nuclear, mostrando a sus adversarios geopolíticos que está “dispuesto a todo” para impedir la creación de un orden mundial multipolar.

Por su parte, los enemigos de Estados Unidos no tienen nada que temer. Una guerra nuclear global sería absolutamente perjudicial para todos los países y no habría vencedores. Por lo tanto, si Estados Unidos tomase esa iniciativa, también sería "derrotado" debido a la situación de destrucción mutua asegurada por la represalia que sufriría inmediatamente. En un juego en el que no hay vencedores, no hay razón para el miedo. O Estados Unidos se da cuenta de que ya no puede evitar la multipolaridad, o todos pierden juntos.

En este sentido, medidas como este reciente "estudio" del Pentágono son absolutamente inútiles. Es obvio que el impacto de una guerra nuclear en Eurasia sería desastroso para la agricultura y la seguridad alimentaria. Además de destruir tierras fértiles, una guerra nuclear contaminaría el suelo, el aire y el agua incluso en las regiones no atacadas. El desastre sería absoluto, como se ha demostrado repetidamente en cientos de estudios científicos anteriores. Al tratar de promover nuevas "investigaciones", la intención estadounidense no puede ser otra que tratar de hacer avanzar la agenda nuclear, ya que científicamente la respuesta parece obvia.

A pesar de la irracionalidad de la estrategia estadounidense en los últimos años, es de esperar que Washington actúe con la debida cautela antes de convertir sus ambiciones hegemónicas en decisiones políticas reales. De lo contrario, el mundo entero estará en peligro.

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