Artículo en el que José Antonio Martín Pallín, desde CTXT emite su autorizada opinión sobre los problemas que ha generado la ausencia de definición en el decreto de estado alarma, también, en lo relativo al funcionamiento de la administración de Justicia. Un funcionamiento que debe ser regulado por el CGPJ, y una ausencia de definición que ha abierto el paso a actuaciones distintas en casos parecidos, como en la admisión a trámite de querellas. El artículo, señalado por el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado, señala algo que parece olvidarse, que la democracia depende del funcionamiento independiente de los tres poderes.
Francisco Morote, de Attac Canarias recomienda esta perla, que complementa con información complementaria, que encuadra el asunto. Fátima Martín Gómez de Carvalloautora de "La construcción europea al servicio de los mercados financieros" (Icaria, 2016), publica en la web de CADTM y en FEMENINO RURAL, este muy esclarecedor reportaje sobre al fabuloso negoción que se proponen hacer, los fondos buitre, en general y el gigante Blackrock. en particular. Martín se apoya en varios testimonios, desde Juan Torres al Despacho Garrigues para establecer su argumentación irrefutable, pro la más significativa declaración es la confesión de parte que hace el capo mafioso de BlackRock, Larry Fink, que les dice a sus clientes la esplendorosa oportunidad que se les abre, en su estrategia habitual de cebarse en la desgracia ajena. Yo, Chema Tante, me esfuerzo todos los días por alertar de la amenaza cierta que significan los endeudamientos. Hasta ahora, todas las iniciativas de ayudas para las fatídicas consecuencias de la pandemia del Covid-19, se reducen a que los estados se endeuden. Más madera para los fondos buitre. Mucha razón tiene el granuja Fink.
Extraordinario, sensato, atinado y oportuno artículo que publica José Antonio Martín Pallín en CTXT y que selecciona el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado. Y yo, Chema Tante, agrego que la verdad es que a las malas mañas de los monarcas, actual y anterior, se une la arrogancia con que se mueven. De Juan Carlos Borbón, ya hay dato más que convincentes de sus descomunales raterías, de ese dinero que tanta falta hace, ahora, antes y siempre, para que las estructuras públicas puedan aliviar tanto sufrimiento que padece mucha gente en este estado. Pero de Felipe, aunque no se sepa todavía nada, no hay ninguna razón que impida sospechar que esté haciendo lo mismo. De casta le viene al galgo. La única manera de evitar estas miserias morales es, primero, levantar esa absurda impunidad del Jefe del Estado y, después, recuperar la democracia perdida en 1939, para que todo los cargos sean electos y nadie inviolable jurídicmente.