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El presidente Biden —si es que quiere fingir que Biden sigue siendo presidente y sigue tomando decisiones en la Casa Blanca— se ha comprometido a apoyar a Israel contra cualquier represalia por su reciente ola de asesinatos en Irán y Líbano, en la que murieron funcionarios de alto perfil de Hamás y Hezbolá .

Un comunicado de la Casa Blanca afirma que Biden habló con Benjamin Netanyahu el jueves y “reafirmó su compromiso con la seguridad de Israel contra todas las amenazas de Irán, incluidos sus grupos terroristas proxy Hamás, Hezbolá y los hutíes”, y “discutieron los esfuerzos para apoyar la defensa de Israel contra las amenazas, incluso contra misiles balísticos y drones, para incluir nuevos despliegues militares defensivos estadounidenses”.

Resulta hilarante que la declaración también afirme que “el presidente destacó la importancia de los esfuerzos en curso para reducir las tensiones más amplias en la región”. 

Sí, nada enfatiza la importancia de reducir las tensiones más amplias en la región como prometer apoyo militar incondicional al actor más beligerante de la región, sin importar cuán imprudentes y locas se vuelvan sus agresiones. 

https://x.com/DecampDave/status/1819136023223578720

Esta declaración de la Casa Blanca se hace eco de los comentarios hechos por el Secretario de “Defensa” Lloyd Austin un día antes, quien dijo: “Ciertamente ayudaremos a defender a Israel” si estallara una guerra más amplia como resultado de los ataques asesinos de Israel. 

Todo este parloteo sobre la “defensa” del Estado de Israel tiene como objetivo transmitir la falsa impresión de que Israel se ha quedado sentado allí, ocupándose de sus propios asuntos, y que está a punto de sufrir ataques no provocados por agresores hostiles por alguna razón insondable. Como si la detonación de explosivos militares en las capitales de dos naciones para llevar a cabo asesinatos políticos no fuera vista como un acto de guerra extremo que necesita una respuesta violenta por parte de literalmente todos los gobiernos de este planeta.

En realidad, Estados Unidos no está prometiendo defender al Estado de Israel, sino ayudar a Israel a atacar a otros países. Si se promete apoyo incondicional a un agresor extremadamente beligerante mientras éste comete los actos de agresión más demenciales imaginables, lo único que se está haciendo es condonar esos actos de agresión y asegurarse de que no sufra consecuencias cuando lleve a cabo más de ellos. 

Un chaleco de kevlar deja de ser una herramienta de defensa cuando lo usas para evitar que la policía te detenga mientras llevas a cabo un tiroteo masivo.

La posición de Washington se vuelve aún más absurda después de todos los gritos histéricos y las muestras de desdén de la clase dirigente de Washington tras el intento de asesinato de Donald Trump. Israel asesinó al líder de la oficina política de Hamás, no a un comandante militar, y él era el negociador principal en las conversaciones de alto el fuego mediadas con Israel. Fue un asesinato político, como lo hubiera sido un intento exitoso de acabar con la vida de Trump, pero probablemente mucho más trascendental. Y, sin embargo, la única respuesta de Washington ha sido anunciar que ayudará a Israel a continuar con su política incendiaria y arriesgada en todo Oriente Próximo.

Los monstruos del pantano de Washington hablan todo el tiempo de su deseo de promover la “paz y la estabilidad en Oriente Medio”, al tiempo que prometen lealtad y apoyo a una nación de Oriente Medio cuyas acciones plantean un mayor obstáculo a la paz y la estabilidad en la región que cualquier otra. Estas contradicciones se están volviendo cada vez más flagrantes y evidentes ante el mundo entero.