El paripé del PP en Venezuela - por Jacinto Ortega del Rosario

 

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El paripé del PP en Venezuela

Jacinto Ortega del Rosario

exconcejal de Cohesión Social,  Igualdad y Juventud del ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. 

La expedición de cargos públicos del Partido Popular a Venezuela, autoproclamada como misión de observación electoral, es un ejemplo flagrante de la politización y manipulación de una crisis humanitaria para obtener beneficios políticos. 

Esta acción, lejos de ser un acto genuino de apoyo a la democracia, revela una estrategia descarada de paripé destinada a generar reacciones negativas contra el gobierno de Nicolás Maduro y, de paso, ganar puntos en la arena política interna española.

Es crucial cuestionar la sinceridad y la transparencia de esta expedición desde el principio. Sin una coordinación con organismos internacionales de reputación intachable, como la Organización de Estados Americanos (OEA) o la Unión Europea, queda claro que la misión del Partido Popular no tenía como objetivo asegurar un proceso electoral transparente. En su lugar, parecía estar diseñada para crear un espectáculo mediático. El rechazo de las autoridades venezolanas era un resultado predecible, lo cual sugiere que la verdadera intención del Partido Popular era precisamente esa: ser rechazados y usar ese incidente como munición política.

La instrumentalización de la tragedia venezolana para fines partidistas es profundamente cínica. Venezuela se encuentra en una crisis humanitaria devastadora, con millones de personas sufriendo escasez de alimentos, medicinas y libertades fundamentales. Utilizar este escenario trágico como un trampolín para atacar a un adversario político y ganar simpatía en la opinión pública es moralmente reprobable. Esta acción no solo muestra una falta de respeto hacia el sufrimiento del pueblo venezolano, sino que también trivializa la gravedad de la situación para obtener beneficios políticos de corto plazo.

Además, el Partido Popular parece haber subestimado la inteligencia del público al creer que una expedición tan claramente politizada no sería vista por lo que realmente es: un intento de espectáculo y propaganda. 

La falta de un marco de acción serio y coordinado con entidades internacionales socava cualquier pretensión de legitimidad que esta misión pudiera haber tenido. Al final, lo que queda es la percepción de una operación de relaciones públicas mal disimulada, en la que la verdadera preocupación por la democracia y los derechos humanos brilla por su ausencia.

Es imprescindible recordar que la política exterior y las acciones de observación internacional deben ser guiadas por principios éticos y un compromiso genuino con la justicia y los derechos humanos. El Partido Popular, al utilizar la crisis venezolana como un simple tablero de juego político, demuestra una falta de principios y una desconexión alarmante con las verdaderas necesidades del pueblo de venezolano 

En lugar de contribuir constructivamente a la solución de la crisis en Venezuela, la expedición del Partido Popular parece estar diseñada exclusivamente para generar ruido y controversia. Esta es una táctica que no solo es inapropiada, sino que también pone en riesgo la credibilidad de España en la escena internacional. Los cargos públicos tienen una responsabilidad con la verdad y con los principios democráticos, y cualquier desviación de estos valores, especialmente en situaciones tan delicadas como la de Venezuela.

En conclusión, la acción del Partido Popular en Venezuela no es más que un paripé cínico y calculado, una maniobra diseñada para generar polémica y desviar la atención de los problemas reales. Es una demostración clara de cómo la política puede degradarse cuando se priorizan los intereses partidistas sobre el bienestar de los pueblos y los principios éticos. La tragedia venezolana merece una respuesta seria y comprometida, no ser utilizada como un juguete en manos de políticos oportunistas.

Jacinto Ortega del Rosario

* Gracias a JACINTO ORTEGA DEL ROSARIO