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miércoles, 03 de julio de 2024 14:43h.

“La Unión Europea ya no puede ocultar su rostro más autoritario y belicista” Manu Pineda, entrevista de Sarah Babiker

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Federico Aguilera Klink señala esta entrevista
MANU PINEDA - ÁLVARO MINGUITO
MANU PINEDA - ÁLVARO MINGUITO

“La Unión Europea ya no puede ocultar su rostro más autoritario y belicista” Manu Pineda,

entrevista de Sarah Babiker

EL SALTO

Número 4 de Sumar para las elecciones del 9 de junio, Pineda lleva desde 2019 ejerciendo como eurodiputado, tras formar parte de las listas de Unidas Podemos. Integrante de IU y el PCE, denuncia la complicidad de la UE con el genocidio sionista.

Mucho antes de que Israel emprendiera su última masacre contra Gaza tras el 7 de octubre, en el seno de las instituciones europeas se libraba un pulso contra la complicidad de Bruselas con el sistema de ocupación y apartheid sionista. Manuel Pineda Marín (Málaga, 1965) quien llegó hace cinco años al Parlamento Europeo, cuando su partido IU, integraba Unidas Podemos, ha sido un referente en este pulso.

Tras vivir años en Gaza, y como Delegado del Parlamento Europeo para las relaciones con Palestina, la voz de este sindicalista y miembro del PCE de larga trayectoria, en defensa del pueblo palestino se ha hecho oír contra la postura abiertamente pro israelí representada por Ursula Von der Leyen. Número 4 —y primera posición de IU— en la lista de Sumar,  a pocos días de las elecciones, y cuando están por cumplirse ocho meses de masacre genocida en Gaza, Pineda reflexiona sobre el auge de la ultra derecha en la Unión Europea o los límites que encuentran las políticas de izquierdas dentro de las instituciones.

Tienes una larga trayectoria política, como sindicalista, en el PCE y en IU, ¿de qué manera la causa palestina se articula con tu trayectoria? ¿ha sido tu paso por Gaza, una forma de escuela política?

Palestina marcó un antes y después en mi vida. Yo viví tres años en Gaza y lo que vi allí fue, no solo una escuela política, sino una escuela de vida. En la Franja de Gaza viví dos agresiones israelíes contra la población civil palestina, la de 2012 y la de 2014, aunque ninguna de esas es comparable a la que estamos viviendo ahora. Esta experiencia me hizo crecer como persona y relativizar cosas a las que antes les daba mucha importancia. Cuando ves tantas mujeres y tantos niños asesinados te das cuenta de que aquí a veces nos asfixiamos con problemas que no son tan graves.

La aprobación del Pacto Europeo de Migración y Asilo (PEMA), el papel de la UE junto a Israel estos últimos meses de genocidio, la represión cada vez mayor de la protesta, la apuesta por la guerra... Parece que estamos ante una deriva autoritaria, racista, y belicista de la UE, ¿qué hay de punto de inflexión y qué hay de continuidad con el proyecto europeo en este escenario?

Este escenario nos demuestra que la extrema derecha no necesita tener mayoría institucional para que sus ideas sean hegemónicas. Y eso queda claro cuando un pacto racista como el PEMA, inspirado por la mussoliniana Meloni, sale adelante con los votos favorables del PSOE. Y esta es solo una de las expresiones más evidentes. La Unión Europea ya no puede ocultar su rostro más autoritario y belicista.

Nosotros creemos que a la extrema derecha no se le combate imitándola, sino siendo útiles a la población aprobando medidas de justicia social que mejoren la vida de la gente

El Pacto Migratorio es una violación de Derechos Humanos que condena a que nuestros hermanos migrantes mueran en la fosa común en la que han convertido el Mediterráneo. Todo mientras se criminaliza a ONGs como Open Arms y se multiplica por nueve el presupuesto de la agencia de matones que es Frontex. Y eso ha sido aprobado con los votos del PP y VOX, pero también del PSOE. Estamos ante más UE fortaleza; más externacionalización y militarización de las fronteras. La señora Von der Leyen, con el apoyo de los socialdemócratas, está bañando con cientos de millones de euros a países como Marruecos, Libia, Túnez o Turquía para que hagan el trabajo el sucio, detengan a los migrantes y los dejen morir en el desierto.

Nosotros creemos que a la extrema derecha no se le combate imitándola, sino siendo útiles a la población aprobando medidas de justicia social que mejoren la vida de la gente. La UE es, desde hace mucho, un consejo de administración de las grandes multinacionales. Frente a esa UE estamos los pueblos y quienes no nos resignamos a ser los mayordomos de EEUU. Hay que construir una Europa diferente, que ponga la paz, la fraternidad y el multilateralismo en el centro. Ese es nuestro horizonte.

Eres responsable de las relaciones de la UE con Palestina. ¿Cómo estás? ¿cómo se trabaja, se sobrevive, en pleno genocidio, en una institución cómplice con el sionismo? ¿cómo has soportado compartir espacio físico, debates, con gente que justifica lo que está pasando? ¿qué sientes cuando tanta gente poderosa despacha a las personas de Gaza y Cisjordania como una abstracción?

A nivel personal nunca terminas de estar bien porque ahora mismo en Gaza están matando a amigos míos, a gente que considero mi familia. Muchos de ellos me escriben por teléfono y no sé qué decirles. Siento vergüenza como ciudadano europeo porque no puedo darles aliento; la única ayuda que podemos prestarles es movilizarnos en las calles contra nuestros gobiernos para que rompan relaciones con el régimen terrorista israelí.

Esta Unión Europea tiene las manos manchadas de sangre palestina. Y yo, lo que he intentado durante esta legislatura como Presidente de la Delegación para la relaciones UE-Palestina, ha sido visibilizar su lucha y su resistencia, mostrar ese apoyo. Pero apenas tenemos competencias.

Además, en este Parlamento te miran mal, te amenazan y te insultan por apoyar a Palestina. Eso lo viví yo tras el 7 de octubre, cuando defendí que se incluyera en el debate del pleno del Parlamento una resolución que exigiese una alto el fuego en Gaza. En esa primera votación solo tuvimos 23 votos a favor de 705. Nos dio igual, seguí presentando pleno tras pleno iniciativas similares y unos meses después conseguimos que se aprobase una enmienda que solicitaba un alto el fuego inmediato en Gaza. Esa vez ganamos, y lo conseguimos gracias a la presión en la calle.

¿Qué recorrido le ves a la reciente llamada de Bruselas a Israel para revisar el acuerdo de asociación preferente? ¿cómo esto no ha sucedido antes?

Creo que es puro teatro, que Von der Leyen y compañía se han visto obligados a hacerlo ante la presión en la calle. Hay que recordar que la UE está subordinada a EEUU e Israel, y que la capacidad de presión de estos es muy poderosa. Por eso son tan importantes las manifestaciones, las acampadas de los estudiantes y todas las movilizaciones de un movimiento de solidaridad con Palestina que es histórico y donde tenemos que cuidar el carácter unitario. La prioridad tiene que ser conseguir un alto el fuego incondicional, permanente e inmediato en Gaza para que nuestros hermanos dejen de ser asesinados.

España ha reconocido al estado palestino recientemente. ¿Qué implica este reconocimiento? ¿tiene sentido y futuro el esquema de los dos estados en este contexto?
Este reconocimiento es un gesto político que va en el sentido correcto pero que es insuficiente. Hay que señalar que Pedro Sánchez llevaba diciendo desde 2015 que iba a reconocer al Estado palestino pero si lo ha hecho ahora ha sido gracias a la presión en la calle y gracias a que, como socios minoritarios del gobierno, exigimos que se incluyese en el programa de gobierno. Nosotros felicitamos este reconocimiento, pero creemos que es insuficiente.

En el PCE defendemos la solución de un Estado palestino en los territorios históricos palestinos, desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo

Nosotros, y cuando digo nosotros me refiero al PCE, nunca hemos ocultado nuestra posición al respecto. Defendemos la solución de un Estado palestino en los territorios históricos palestinos, desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo. Un Estado laico y democrático en el que cada uno le rece al dios en el que crea, y quienes no creemos en ninguno no recemos a nadie. Que los derechos de los ciudadanos palestinos no dependan de si son judíos o no judíos.

Ahora bien, en el contexto actual tenemos que aplaudir y felicitarnos por el reconocimiento del Estado palestino porque este reconocimiento significa reconocer su derecho a la autodeterminación. Quien no aplaudió el reconocimiento fueron Israel y Estados Unidos.

El gobierno llama a Israel estado amigo, no rompe relaciones diplomáticas ni comerciales, y se deja sermonear por la embajadora sin expulsarla. El parlamento ha votado contra la ruptura de relaciones con Israel. ¿El genocidio está revelando una brecha entre las instituciones y el sentir de la ciudadanía? ¿o crees que hay una cierta connivencia con el genocidio por parte de la sociedad, que se informa a través de medios que reproducen la narrativa sionista, deshumanizadora?

El genocidio de Gaza está mostrando un divorcio definitivo entre los pueblos y los dirigentes, creo que además nadie puede decir que no sabe lo que está pasando en Palestina. Estamos ante el primer genocidio retransmitido por las propias víctimas y nadie podrá argumentar, como pasaba con la Alemania nazi, que no sabía que estaba pasando. Cuando nuestros nietos nos pregunten solo podemos responderles que hicimos todo lo que estuvo en nuestra mano para frenar este genocidio.

Israel tiene un ejército muy poderoso de bots, lobbies y medios de desinformación con los que intenta deshumanizar a los palestinos y crear un marco para justificar su limpieza étnica. Pero independiente de lo que pase en Gaza creo que Israel ha perdido la batalla discursiva; el mundo entero está viendo como están llevando a cabo un genocidio. Al régimen terrorista israelí se le ha caído la careta.

¿Podría haber hecho más Sumar para empujar a esa ruptura de las relaciones con Israel? ¿No temen que tragar algunos sapos desde el gobierno pase factura después?

Sin duda siempre se puede hacer más, pero creo que si nosotros no hubiésemos estado en el gobierno no se habrían dado los pasos que se han dado. Por supuesto vamos a seguir presionando, como ya lo estamos haciendo, para ir mucho más allá, para conseguir la ruptura total de relaciones con Israel, que se imponga un embargo total y efectivo en la compra y venta de armas, que España se sume a las denuncias ante la Corte Penal Internacional y la Corte Internacional de Justicia etc.

Me quiero detener en esto porque hay mucha gente que no conoce el trabajo que se está haciendo. Tenemos un peso limitado, solo tenemos cinco ministros y ministras y 27 diputados; y con eso hemos conseguido muchas cosas. Conseguimos que España mantuviese y aumentase la financiación a la UNRWA. Que no participase en la misión en el Mar Rojo para castigar al heroico pueblo yemení, que está destrozando la economía israelí. También hemos conseguido que se destine una partida presupuestaria extraordinaria a la Corte Penal Internacional, aunque seguimos diciendo que no basta con financiarla, sino que tenemos que unirnos a las demandas de Sudáfrica ante la CIJ, o de Argelia y Colombia ante la CPI. ¿De verdad alguien se cree que el PSOE habría hecho todo eso si no hubiésemos estado nosotros?

Insisto hay que ir mucho más allá, pero eso solo lo podemos hacer si tenemos el apoyo de la calle. Es necesario que sean los pueblos quienes nos den el músculo para echar el pulso y ganar al PSOE todas estas medidas.

Hay cierta indecisión ante el votante de la izquierda del PSOE sobre a quién votar en estas elecciones, cierto hartazgo con el último ciclo político. ¿Qué le diría a ese votante de izquierdas desencantado, que se plantea incluso no votar, o votar al PSOE como “voto útil”, para que acuda el domingo al colegio electoral y vote Sumar? 

Nosotros estamos en política para mejorar la vida de la gente. Medidas con la subida del SMI o la reforma laboral lo han hecho. En Europa, donde se deciden hasta el 80% de las decisiones que nos afectan en nuestro día a día, también estamos para eso.

El único voto útil de izquierdas en estas elecciones europeas es Sumar. En primer lugar, porque las elecciones europeas son con circunscripción única y vale lo mismo un voto en Madrid, que en Jaén, Salamanca o Asturias. Y, en segundo lugar, porque el voto a Sumar vale doble; por un lado, para plantar cara a la extrema derecha y a las políticas de derechas, y porque cuando nosotros somos determinantes somos hasta capaces de conseguir que el PSOE parezca de izquierdas. ¿Alguien se cree que sin Sumar en el gobierno se habría conseguido subir el salario mínimo o ampliar derechos laborales?

No queremos prometer nada que no hayamos hecho. Votando a Sumar, y si salgo elegido, nos dedicaremos a hacer lo que hemos hecho estos últimos cinco años. Ser un altavoz de las luchas que se dan en el territorio. Sostener el hilo rojo, de la clase trabajadora; el morado de la igualdad de la mujer y el colectivo LGTBI; el verde de un planeta sostenible, no pintar el capitalismo depredador de verde sino construir un modelo productivo sostenible y al servicio de las clases populares; y, sobre todo, el blanco de la paz, por un Europa que ponga en el centro la cooperación y abandone la espiral belicista impulsada por EEUU y su brazo armado, la OTAN.

Mi deseo, y el de Izquierda Unida, es construir un frente amplio y democrático donde tengan cabida todas las izquierdas. Son muchas más las cosas que nos unen que los matices que nos separan

Qué balance haces de esta última década, desde la llegada de Podemos y todo lo que ha pasado en el espacio de las izquierdas después? ¿qué se ha ganado para la izquierda y qué oportunidades se han perdido? ¿Qué futuro imaginas o deseas para este espacio y qué pasos habría que dar para llegar hasta allí?

El 15M trajo aire fresco y Podemos consiguió entender el momento con mucha inteligencia y rentabilizarlo electoralmente. Por desgracia, una década después las fuerzas progresistas hemos perdido la capacidad de movilización en la calle. Después del día nueve de junio llega el día 10, y lo que no podemos es inventarnos una izquierda nueva; tenemos que construir con la izquierda que hay en este país. Mi deseo, y el de Izquierda Unida, es construir un frente amplio y democrático donde tengan cabida todas las izquierdas. Son muchas más las cosas que nos unen que los matices que nos separan.

¿Crees que el terror ante el genocidio está fortaleciendo el internacionalismo? cada vez escuchamos más hablar de colonialismo o de sionismo. Las nuevas generaciones europeas, más diversas, con acceso a más información, están protagonizando un nuevo ciclo de protestas. ¿Es ahí donde se teje la resistencia contra la extrema derecha? 

Estamos viviendo un movimiento de solidaridad sin precedentes que no veíamos desde la guerra de Irak en España, o desde Vietnam en EEUU, y es fundamental que no se quede ahí, que seamos capaces de intensificar el nivel de movilización y construir un gran movimiento europeo por la paz. Porque EEUU está arrastrando al mundo a una espiral belicista para intentar salvar su imperio decadente y seguir siendo el gendarme global del mundo. Y para eso mandarán a matar y morir a nuestros hijos e hijas, a los hijos de la clase trabajadora, si no los frenamos.

Estas elecciones europeas van de elegir una Europa de guerra y muerte o una Europa de derechos. Pero yo quiero poner en valor el internacionalismo y recordar que ninguna injusticia en el mundo nos puede ser ajena; porque somos hermanos de la clase trabajadora independientemente del país donde esté. Y ese tiene que ser nuestro compromiso, luchar contra el genocidio de Palestina, contra el bloqueo de Cuba, por la autodeterminación del pueblo saharaui, etc.

Y hablando de brechas: mientras los países del Sur global denuncian a Israel ante la justicia internacional, el norte ha intensificado su apoyo al sionismo, asumiendo la definición de la IHRA de antisemitismo, prohibiendo las banderas palestinas… ¿Está de alguna forma Israel colonizando las democracias Europeas? ¿O es más bien un espejo de una pulsión supremacista que crece en Europa jaleada por la extrema derecha?

El sionismo tiene el apoyo de las extremas derechas europeas. El sionismo está aliado con la internacional del odio y el fascismo de Vox, Trump, Milei etc. Mucha gente se equivoca al plantearlo como una cuestión religiosa. Ni Biden, ni Aznar, ni Felipe González son judíos, pero si son sionistas; y están intentando implantar una agenda y una mentalidad del odio y del racismo a la que por suerte estamos plantando cara en la calle.

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* Gracias a Sarah Babiker  y EL SALTO y a la colaboración de Federico Aguilera Klink

https://www.elsaltodiario.com/union-europea/entrevista-pineda-union-europea-rostro-autoritario-belicista

SARAH BABIKER
SARAH BABIKER
EL SALTO
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