En Unión Europea, el lugar y la responsabilidad de los Estados se están cuestionando progresivamente. Sin que se hayan realizado cambios en los Tratados europeos, muchas competencias de los Estados miembros se han transferido silenciosamente a la Comisión Europea durante los últimos cinco años.

El origen de la Comisión Europea

Recordemos en primer lugar que la Unión Europea es el resultado de un proceso imaginado por los anglosajones a finales de 1942. El almirante William Leahy, jefe del Estado Mayor de los ejércitos de los Estados Unidos y antiguo embajador en Vichy hasta mayo de 1942, estableció en Argel un gobierno militar aliado de los territorios ocupados ( AMGOT ) para Francia, en torno al almirante François Darlan y luego al general Henri Giraud. Aplicó las leyes de Vichy, pero no reconoció la autoridad de Charles De Gaulle en Londres.

Charles De Gaulle, considerando que los británicos y los Estados Unidos no tenían más derecho que los nazis a ocupar su país, se opuso firmemente a ello (de ahí su oposición al desembarco de Normandía  [ ​​1 ] ). Además, este gobierno sólo podría ampliarse en Alemania, Austria y Japón, pero no como estaba previsto en Noruega, Países Bajos, Luxemburgo, Bélgica, Dinamarca y Francia.

Ante este fracaso, los anglosajones buscaron una forma de gobernanza para poder controlar el mundo entero, de acuerdo con su voluntad común expresada durante la Conferencia Atlántica.

Al final de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos y el Reino Unido dividieron el mundo. Churchill imaginó reunir a Alemania Occidental, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos en una organización supranacional, la Comunidad Económica Europea (CEE). Debía sustituir a la AMGOT (que persistió en Alemania e Italia) para aplicar el principio de libre circulación de personas, servicios y capitales, de acuerdo con la estrategia anglosajona de libre comercio. Estados Unidos vinculó los préstamos del Plan Marshall a la obligación de estos países de ingresar a la CEE.

El MI6 británico crea la Liga Europea para la Cooperación Europea (ELEC), mientras que la CIA financia la Unión Europea de Federalistas (UEF) y crea el Comité Americano para una Europa Unida (ACUE).

El primer presidente de la Alta Autoridad de la CEE, es decir de la predecesora de la Comisión de la Unión Europea, fue el alemán Walter Hallstein (1958-1967). Este jurista nazi había diseñado el Neuordnung Europas (Nuevo Orden Europeo) para el führer Adolf Hitler: implicaba reemplazar los Estados-nación con estructuras étnicas regionales, al tiempo que se extendía el Reich a todas las poblaciones de habla alemana y se vaciaba su espacio vital de sus habitantes autóctonos. poblaciones. Como Walter Hallstein sólo debía gestionar una parte de Europa para los anglosajones, no tuvo que abordar las cuestiones de la expansión de Alemania ni la de la expulsión o el exterminio de las poblaciones eslavas. Como medida de precaución, los anglosajones lo neutralizaron sustrayendo de sus funciones la política de regionalización que habían confiado al Consejo de Europa.

A lo largo de su historia, la Alta Autoridad, y luego la Comisión Europea, fueron sólo interfaces civiles entre la OTAN (que reemplazó a la AMGOT) y los Estados miembros. Sus primeros funcionarios procedieron de AMGOT en Alemania e Italia. Durante la guerra, habían recibido formación en asuntos cívico-militares en una decena de universidades estadounidenses.

Estas administraciones (no electas) europeas tienen, en lugar del Parlamento Europeo (elegido), el poder de iniciar normas dentro del área de la Unión. Este punto es extremadamente importante: la Alta Autoridad, y luego la Comisión, no tienen otro objetivo que incorporar todas las normas de la OTAN en las leyes de los Estados miembros. El Parlamento Europeo es sólo una cámara para registrar las decisiones del imperialismo anglosajón.

Hoy, la Comisión ha impuesto normas tanto para la producción de chocolate (que son exactamente las que antes fijaba la OTAN para la barra de chocolate en la ración de los soldados) como para la construcción de determinadas carreteras (para poder pasar por la Alianza tanques).

La Comisión von der Leyen

Ahora vayamos al período actual. En 2014, se acordó que la presidencia de la Comisión recaería en el cabeza de lista del partido que quedara primero en las elecciones al Parlamento Europeo. En aquel momento se pensaba que sería el Partido Popular Europeo (PPE) o el Partido de los Socialistas Europeos (PSE), que ya compartían la presidencia del Parlamento, el que saldría victorioso. Fue el ex primer ministro luxemburgués Jean-Claude Juncker, miembro de las redes Stay-Behind de la OTAN ( Gladio ), quien fue nombrado por el PPE y se convirtió en presidente de la Comisión de 2014 a 2019.

En 2019, la presidencia de la Comisión debería haber recaído en el democristiano Manfred Weber. Sin embargo, renunció a este cargo, allanando el camino para el socialdemócrata Frans Timmermans, ex Ministro de Asuntos Exteriores holandés, cuyo partido quedó segundo en las elecciones al Parlamento Europeo. Pero Hungría, la República Checa, Eslovaquia y Polonia se oponen porque los acusó constantemente de tendencias autoritarias mientras era comisario responsable de mejorar la legislación, las relaciones interinstitucionales, el Estado de derecho y la carta de los derechos fundamentales. La canciller alemana, Angela Merkel, propuso entonces a su heredera aparente y ministra de Defensa, Ursula von der Leyen. El presidente francés, Emmanuel Macron, lo apoya con la condición de que la franco-estadounidense Christine Lagarde  [ 2 ] sea nombrada presidenta del Banco Central Europeo.

Durante su discurso de toma de posesión, marcó el tono declarando: “Mi Comisión será una Comisión geopolítica”. Esta expresión no expresa un papel en las relaciones internacionales, sino que se refiere a la teoría del Lebensraum (espacio vital) imaginada por Karl Haushofer.

Ursula von der Leyen crea inmediatamente un Grupo de Coordinación Externa (EXCO). Se reúne todos los martes a nivel de directores generales y todos los miércoles a nivel de asesores de las oficinas de los comisionados.

En marzo de 2020, recién asumida el cargo, Ursula von der Leyen tuvo que afrontar la crisis del Covid-19. La nueva presidenta elaboró ​​un programa de recuperación económica por valor de 2,018 mil millones de euros (incluidos 800 mil millones de euros prestados), luego organizó la compra conjunta de 4,6 mil millones de dosis de “vacunas” por 71 mil millones de euros adicionales (es decir, 15 veces el coste de producción). Por último, está creando un pasaporte sanitario europeo, el Certificado COVID Digital de la UE , conocido como “Código QR”. Estas iniciativas no figuran entre las competencias atribuidas por los Tratados a la Comisión, pero todos los Estados miembros las han acogido con satisfacción. Además, hasta entonces Alemania siempre se había opuesto firmemente al principio de un préstamo conjunto.

Los científicos consideran hoy que 2.800 millones de estas dosis no eran vacunas, sino únicamente fármacos de ARNm mensajero. Además, todos eran experimentales.

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea lamentará la falta de transparencia de la Comisión en relación con los contratos de compra de vacunas anti-Covid. Sin embargo, ninguno de los procedimientos iniciados para conocer los intercambios entre los laboratorios farmacéuticos y la señora von der Leyen tendrá éxito. Su marido, Heiko von der Leyen, fue nombrado director médico de Orgenesis, empresa vinculada a uno de los laboratorios que fabrican las vacunas. Allí trabaja muy poco y recibe un salario exorbitante. Además, según el Tribunal de Cuentas de Chipre, la comisaria de Sanidad de Ursula von der Leyen, la griega Stélla Kyriakídou, habría recibido 4 millones de euros a través de su marido, Kyriakos Kyriakídou.

El 23 de febrero de 2022, Rusia inicia su “operación militar especial” para poner fin a las masacres perpetradas por los “nacionalistas integrales” en Donbass. Esta entrada del ejército ruso en territorio ucraniano es considerada por la OTAN como una agresión, aunque se trata sólo de una aplicación de la resolución 2202 y de la responsabilidad de proteger. En cualquier caso, el Alto Representante y Vicepresidente de la Comisión, Josep Borrell, declara: “Este es el momento en el que está naciendo la Europa geopolítica”.

La Comisión propone inmediatamente paquetes de medidas coercitivas contra Rusia que el Consejo adopta sin debate. Se trata de la transcripción al derecho europeo de medidas ya tomadas por los Estados Unidos  [ 3 ] y coordinadas por el ex embajador de Washington en Moscú, Michael McFaul.

La Comisión también propone un amplio programa de ayuda financiera y militar a Ucrania. Está elaborado por Björn Seibert, jefe de gabinete de Ursula von der Leyen y ex analista del American Enterprise Institute, en constante contacto con Washington. Hasta la fecha, ha movilizado 88 mil millones de euros en ayuda financiera para Kiev y 50 mil millones de euros en armas (“Mecanismo para Ucrania”).

El papel de Michel Barnier en Francia

Antes de las elecciones europeas de junio de 2024, el presidente Emmanuel Macron ofrece a Michel Barnier como primer ministro. Sin embargo, la lista presidencial no logró reunir el 15% de los votos. Luego, el presidente Macron disolvió la Asamblea Nacional con serias esperanzas de reconstituir su mayoría parlamentaria. Sin embargo, Jean-Luc Mélenchon logró en dos días reunir a los partidos de izquierda en el Nuevo Frente Popular. En la primera vuelta, la lista presidencial sólo obtuvo el 20% de los votos. El presidente Macron evita lo peor organizando un “Frente Republicano” contra la manifestación nacional de Marine Le Pen. Sólo después de dos meses de dilación logró nombrar Primer Ministro a Michel Barnier.

Michel Barnier es un oportunista. Apoyando al gaullista Jacques Chaban-Delmas, lo traicionó por el atlantista Valéry Giscard d'Estaing, en 1977. Apoyando al neogaullista Jacques Chirac, lo traicionó por el atlantista Édouard Balladur, en 1993. En 2007, en el En el asunto Clearstream 2, testificó ante el juez Renaud Van Ruymbeke contra el gaullista Dominique de Villepin a favor del atlantista Nicolas Sarkozy.

Su única coherencia es participar en la construcción de la Unión Europea a la sombra de Washington y Londres. Tras el rechazo en referéndum de la Constitución Europea, fue miembro del grupo Amato que redactó el Tratado de Lisboa que se impondría por el parlamento. Está negociando pacientemente las condiciones del Brexit con Londres porque es el único comisario europeo que conoce la historia de la UE y comprende la lógica de la voluntad británica.

Sin embargo, alienó a muchos altos funcionarios europeos durante la campaña presidencial francesa de 2022. Denuncia la gestión de las normas de inmigración durante décadas por parte de sus colegas en el Tribunal de Justicia de la UE, algo que nunca había hecho antes.

El 21 de septiembre, el Elíseo anunció la composición del gobierno del que era Primer Ministro. Se preocupa de sugerir que él es el único autor y que el presidente Macron no influyó en él.

Esto es obviamente falso. Por ejemplo, Marc Ferracci, ministro delegado encargado de Industria, antiguo amigo de Emmanuel Macron durante sus estudios en SciencesPo, fue su padrino de boda, mientras que el presidente fue su padrino. Su padre, Pierre Ferracci, participó en la comisión Attali para la liberación del crecimiento francés (2007-2010), de la que Emmanuel Macron fue relator especial. Dirige una red para recontratar a altos funcionarios temporalmente marginados. La esposa del nuevo ministro, Sophie Ferracci, fue jefa de gabinete de Emmanuel Macron en el Ministerio de Economía y en su partido político, En Marche. Fue trasladada a la Caisse des Dépôts et Consignations y hoy es presidenta del Grupo SOS de Jean-Marc Borello, viejo amigo de Brigitte Macron.

El gobierno de Barnier está bajo los auspicios de los demócratas estadounidenses y los sionistas revisionistas israelíes.

Su Ministro de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot, es heredero de una larga sucesión de demócratas cristianos. Su abuelo, Noël Barrot, fue diputado y combatiente de la resistencia. Su padre; Jacques Barrot, creó el club Diálogo e Iniciativa con Michel Barnier. Fue viceministro, vicepresidente de la Comisión Europea e incluso miembro del Consejo Constitucional. La hermana de Jean-Noël, Hélène Barrot, es directora de comunicación de Uber-Europa.

Especialista en finanzas, fue profesor asociado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y luego profesor en HEC París. Fue galardonado (promoción de 2020) del programa “Jóvenes Líderes” de la Fundación Franco-Americana.

El miembro más sorprendente del gobierno de Barnier es su Ministro Delegado para Europa, Benjamín Haddad. La prensa destacó su papel dentro del Consejo Atlántico y, por tanto, al servicio de Washington. También fue alto funcionario del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) donde defendió las posiciones de Estados Unidos e Israel.

Pero lo más importante está en otra parte: trabajó durante mucho tiempo en el Tikvah Fund, que se presenta como una asociación educativa judía estadounidense. En realidad, se trata de una asociación de “sionistas revisionistas”, es decir discípulos del fascista Vladimir Jabotinsky cuyo retrato adorna las paredes de todos sus edificios y se reproduce sin todas sus publicaciones. El Fondo Tikvah no es una organización proisraelí como las demás, sino que promueve la ideología de Benyamin Netanyahu (cuyo padre fue secretario privado de Jabotinsky)  [ 4 ] . Recuerde que el primer Primer Ministro de Israel, David Ben-Gurion, prohibió que Jabotinsky fuera enterrado en Israel.

Según Haaretz , el Fondo Tikvah, presidido por el criminal estadounidense Elliott Abrams  [ 5 ] , financió la toma del poder en Israel por parte de Benjamin Netanyahu y sus aliados Itamar Ben-Gvir y Bezalel Smotrich  [ 6 ] .

Hace tres años, Benjamin Haddad explicó que asimilar a Hezbollah a una organización terrorista como Daesh, contra la que combatió y que Israel apoyaba, permitió obtener el apoyo de los europeos  [ 7 ] .

Lo que hay que recordar:

• La Comisión Europea es heredera de la Alta Autoridad de la CEE, heredera a su vez de la AMGOT, es decir, la autoridad de ocupación militar anglosajona.
• La Comisión Europea, por tanto, no es elegida, sino compuesta a instancias de los anglosajones. Su única función es lograr que los Estados miembros adopten las normas de la OTAN.
• El gobierno de Barnier es la extensión de la Comisión. Incluye así tanto un ministro aprobado por los demócratas estadounidenses como otro que representa a los sionistas revisionistas de Benjamín Netanyahu.