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viernes, 27 de septiembre de 2024 00:14h.

Decálogo de la insostenibilidad del modelo turístico en Canarias BEN MAGEC ECOLOGISTAS EN ACCIÓN CANARIAS

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Decálogo de la insostenibilidad del modelo turístico en Canarias

BEN MAGEC ECOLOGISTAS EN ACCIÓN CANARIAS

 

El 20 de abril de 2024 más de 200.000 personas salieron a la calle, en todas las islas del archipiélago, en unas históricas manifestaciones convocadas por una veintena de colectivos bajo el lema “Canarias tiene un límite”. En ellas se reclamó la urgente necesidad de cambiar el modelo económico transitando hacia otro que sea sostenible y respetuoso con el territorio y con quienes lo habitan. Para lograrlo se exigen tres medidas inmediatas: ecotasa, moratoria turística y regulación de compra de vivienda por parte de no residentes.

20A CANARIAS AHORA

Durante 2024 las cifras de llegadas de turistas no han hecho sino incrementar, batiendo récords mes tras mes, con previsiones de alcanzar la cifra de 18 millones. Todo ello en una comunidad con uno de los salarios más bajos del estado y uno de los mayores índices de pobreza, un 36% de la población.

A continuación desarrollamos los diez puntos clave para entender la insostenibilidad del modelo turístico actual en Canarias.

 

https://www.youtube.com/watch?v=vXmYhx4NyAQ

1. Depredación del territorio

El fomento del turismo masivo, el incremento imparable de las llegadas y la apuesta decidida por parte de las instituciones canarias por un modelo turístico centrado en la ampliación de las plazas alojativas, aprobando macroproyectos y permitiendo la permanencia de muchos que incumplen la legalidad, provocan la destrucción del territorio, pese a su fragilidad y alto valor ecológico, en beneficio de empresas privadas que especulan con él. La pérdida de espacios naturales por la urbanización es el mayor de los impactos relacionados con el turismo. El modelo de urbanización dispersa convierte en zonas exclusivamente residenciales las áreas de nueva urbanización, que no solo destruyen el suelo natural o fértil, sino que hacen depender a sus habitantes del automóvil, incrementando la contaminación, las emisiones y desdibujando los límites entre lo urbano y lo rural. Según el Ministerio de Transición Ecológica (MITECO), alrededor del 40% de la costa está urbanizada.

2. Consumo de recursos limitados: el agua

La cifra de turistas que recibe Canarias (16 millones en 2023) repercute en el incremento del consumo de agua que tanto las personas como las infraestructuras asociadas a la actividad turística generan. Cada turista consume hasta 6 veces más agua que la población residente, un derroche aún más evidente en las instalaciones turísticas, con piscinas, balnearios o campos de golf que hacen un uso irresponsable de un recurso imprescindible y limitado en las islas. Esto, sumado al descenso de las precipitaciones, sequías prolongadas y la consiguiente sobreexplotación de los acuíferos, muchos de ellos además contaminados, se traducen en una escasez de agua generalizada en las islas, con continuas restricciones y cortes de suministro a la población.

3. Consumo y dependencia energética

Los alojamientos turísticos como hoteles, resorts, villas de lujo o complejos de apartamentos consumen grandes cantidades de energía para el mantenimiento de sus servicios e infraestructuras: calefacción, aire acondicionado, iluminación, piscinas, balnearios, etc. A lo largo de las últimas cinco décadas el consumo energético en Canarias, asociado también al aumento de la población y del número de visitantes, ha crecido de forma espectacular, multiplicándose hasta 5,7 veces la demanda de una energía que proviene en un 96% de la quema de combustibles fósiles, importando hasta 4,7 millones de toneladas de petróleo en 2022. Solo el 4% de la energía restante proviene de fuentes renovables y se produce en las islas, sin dependencia del exterior.

4. Transporte y emisiones

La actividad turística global genera una quinta parte de los gases de efecto invernadero que se liberan a la atmósfera y que son los responsables directos del cambio climático. Gran parte de estas emisiones provienen de la aviación, automóviles y cruceros. Estos últimos, publicitados como una opción de movilidad sostenible, cada vez son más frecuentes en Canarias pese a ser considerada la forma de transporte más contaminante que existe en la actualidad. Según el International Council on Clean Transportation (ICCT), una persona que viaja en un crucero emite dos veces más CO2 que alguien que realiza un viaje en avión y se aloja en un hotel. Un informe de la Universidad de La Laguna (ULL) publicado en 2023 cifra las emisiones del tráfico aéreo vinculado al turismo en 6,4 millones de toneladas de CO2, lo que equivale al 54% de todas las emisiones de las islas.

5. Generación de residuos

Canarias recibe, a lo largo del año, 8 veces más turistas que la población residente, 16 millones de visitantes frente a 2,2 millones de habitantes. La suma de la población local y visitantes dan lugar a unas cifras insostenibles si atendemos a los residuos que se generan y que provocan un desborde de las infraestructuras para gestionarlos; proliferación de emisarios submarinos, con la consiguiente contaminación de las aguas, colapso de los vertederos y residuos en los espacios naturales sin vigilancia que visitan. El 72% de los puntos de vertido de aguas residuales censados en las islas no están autorizados y provocan continuos episodios de contaminación de las costas, con cierres de playas por el riesgo que suponen para la salud. En 2021, Canarias generó 548 kilogramos de residuos urbanos por habitante, el tercer dato más elevado de todo el estado, de los que más del 90% se elimina sin el tratamiento adecuado, incumpliendo además la normativa estatal y europea.

6. Daño a los ecosistemas

La enorme presión antrópica a la que se ven sometidos nuestros espacios naturales, protegidos o no, sin ningún tipo de control, limitación o vigilancia, hacen peligrar el territorio, frágil de por sí en un entorno insular, así como a la flora y fauna que los habita. Actividades como el vuelo de drones, circulación de vehículos (motos, bicicletas, quads, etc.) y de personas por fuera de los senderos, acampadas irregulares, actividades de avistamiento de cetáceos e incluso pruebas deportivas promovidas por las instituciones públicas son cada vez más frecuentes en los espacios naturales de las islas y superan, en muchos casos, la capacidad de carga que estos entornos pueden soportar. Las Islas Canarias albergan hasta 12.661 especies terrestres y 5.232 marinas, de las cuales 3.572 y 164, respectivamente, son exclusivas de las islas.

7. Problemas sociales: precariedad y pobreza

Pese a los continuos récords de llegadas de turistas, la ocupación de hoteles y los ingresos millonarios de éstos, la realidad de la población es otra: salarios de miseria, pobreza, desempleo y encarecimiento de la vida. Canarias es la segunda región del estado con peores salarios (INE, encuesta trimestral de coste laboral octubre – diciembre 2023), una de las regiones donde más se ha encarecido la cesta de la compra y la vivienda (INE, encuesta de presupuestos familiares 2023), la segunda comunidad con peor calidad de vida (INE, Indicador Multidimensional de Calidad de Vida IMCV) y donde un 36% de la población se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social.

8. Encarecimiento de la vida

El auge del alquiler vacacional y la compra masiva de viviendas por parte de población europea, con mayor poder adquisitivo que la población canaria, para destinarlas a segundas residencias o alquiler turístico ha provocado en las islas la turistificación de todos los espacios de las islas, expulsando en muchos casos a habitantes de pueblos y barrios por la imposibilidad de hacer frente a los elevados precios, que se han incrementado hasta un 45% desde 2015 (Instituto Nacional de Estadística). Además, la cesta de la compra básica se ha encarecido en Canarias hasta un 32% en los tres últimos años, la subida más pronunciada de todo el estado (IPC del Instituto Nacional de Estadística, mayo 2024).

9. Problemas sociales: la vivienda

La proliferación de viviendas vacacionales en todos los rincones de las islas ha turistificado pueblos y barrios residenciales en los que habitaba la población canaria. Este hecho, unido a la falta de regulación y previsión por parte de las instituciones, ha generado una problemática social que no hace sino agravarse: la falta de vivienda. La utilización de éstas para alquileres temporales asociados al turismo provocan una enorme escasez de vivienda destinada al uso residencial y de larga temporada, por lo que la población residente está viendo mermado un derecho constitucional como es el acceso a la vivienda. Además, otros factores como el aumento incontrolado de la población neoresidente de origen europeo, con un mayor poder adquisitivo, y la compra de viviendas por parte de éstos, ha encarecido el mercado en las islas, haciendo que la ciudadanía canaria tenga que destinar la totalidad de su salario para poder alquilar una vivienda. Esta descontrolada turistificación de barrios y zonas rurales ha provocado además una preocupante desmoralización de la población local y, por consiguiente, la pérdida de su identidad.

10. Modelo de desarrollo: la insostenibilidad frente a los límites

El modelo de desarrollo económico y social de las islas es, en la actualidad, un modelo absolutamente insostenible que depreda y degrada el territorio y sus ecosistemas, generando además una enorme desigualdad, un reparto injusto de la riqueza y una excesiva dependencia del exterior. Frente a los ingresos millonarios de las empresas asociadas al sector, quienes trabajan en él soportan salarios de miseria, jornadas interminables y una carga de trabajo desproporcionada. La apuesta por aumentar de manera ilimitada el número de visitantes se traduce en una mercantilización de los espacios públicos y una urbanización incesante del limitado territorio insular, con macroproyectos alojativos que se aprueban de manera continuada y que turistifican tanto zonas rurales como costeras. La actual dependencia económica del exterior nos hace cada vez más vulnerables frente a cualquier suceso en el contexto global, por lo que apostar por el decrecimiento y la soberanía alimentaria son tareas inaplazables. La presión a la que se ve sometida tanto la población como el territorio ha generado un malestar generalizado y creciente entre la ciudadanía canaria, que sufre a diario las consecuencias de la inacción de las instituciones públicas en el freno y control de una situación que ha sobrepasado todos los límites y que tensiona cada vez más la vida de nuestra gente. Durante años hemos reclamado medidas para conservar los espacios naturales y acotar el turismo masivo que nos consume y nos desplaza, como una ecotasa, una moratoria turística y vacacional y la urgente regulación de la compra de viviendas por parte de personas no residentes.

 

https://www.youtube.com/watch?v=vXmYhx4NyAQ

https://www.ecologistasenaccion.org/308594/decalogo-turismo-canarias/

BEN MAGEC

 

MANCHETA S 24