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lunes, 16 de septiembre de 2024 20:01h.

Podemos, un partido en construcción - por Francisco Morote

( Análisis crudo y empático de la crisis de Podemos ) 

Podemos, un partido en construcción - por Francisco Morote *
 
( Análisis crudo y empático de la crisis de Podemos ) 
 
Sin el 15M no existiría Podemos. Podemos es la respuesta política al fenómeno social del 15M.
 
Podemos es, ante todo, la opción de los indignados y luego la de otros colectivos sociales.
 
Al final puede ser, es, la opción de todas las víctimas del sistema: parados, jamás empleados, precarizados, explotados brutalmente, desahuciados, etcétera.
 
Podemos nace como una trinidad o triunvirato político, Pablo, Iñigo y Juan Carlos, que truena contra la casta corrupta del bipartidismo al servicio del régimen. Por lo tanto, para ser consecuente, para no incurrir en una contradicción letal, esa trinidad, ese triunvirato tiene no solo que ser sino, incluso, parecer intachable.
 
Pese a todos los esfuerzos de los esbirros de los corruptos nada reprobable le ha sido demostrado a Pablo. Por lo tanto es intachable y su reputación sigue intacta.
 
Más éxito han tenido los esfuerzos de los corruptos y sus secuaces en la tarea de ensuciar la figura de Iñigo, pero la mácula es insignificante, ridícula.
 
Solo han tenido éxito con Juan Carlos al presentarle como un defraudador fiscal, sí, como una especie de aprovechado fiscal que se acogió a la legalidad, pero dejó en evidencia su poca voluntad de pagar al fisco lo que una conciencia social progresista exigiría.
 
Colateralmente Pablo Iglesias aparecía, también, gracias a los esfuerzos de los corruptos y sus esbirros, " contaminado " por su noviazgo con Tania Sánchez, de IU, acusada por sus enemigos políticos de dudosa actuación, desde el punto de vista ético-político, en su actividad municipal.
 
La apuesta política de Podemos contra la corrupción era tan fuerte que cualquier inconsecuencia, incoherencia o contradicción real o aparente que pudiera ser aprovechada por los corruptos, dañaría su imagen y, sobre todo, su credibilidad haciéndolo menos fuerte, debilitándole.
 
Las circunstancias obligan pues a Pablo Iglesias, personalmente y al partido de Iglesias a prescindir y a  apartar, en realidad no son ni él ni el partido, sino la necesidad de la coherencia, a quienes no parezcan, con razón o sin ella, absolutamente intachables. Tal es la premisa de la que parten millones de españoles indignados con los banksters, los empresaurios y los políticos corruptos del sistema.
 
Esa es la explicación de la ruptura con Tania Sánchez y con Juan Carlos Monedero, ruptura política, pero también inevitablemente sentimental. Pablo Iglesias ha tenido que pagar un precio muy alto por el buen nombre, el prestigio y la credibilidad de Podemos.
 
En Podemos todo está tan personificado en Pablo Iglesias que todo lo que lastre su figura, lastra a Podemos.
 
Por dolorosa que sea, la construcción de Podemos , como partido, pasa por dejar solo en pie a aquellas personas que no se les haya podido cargar la más mínima mácula ético-social y/o ético-política. De lo contrario, para ese viaje no harían falta alforjas, con votar al PSOE y, sobre todo, al PP, bastaría.
 
No, Podemos tiene que ser, con Pablo Iglesias a la cabeza, un partido de personas intachables, irreprochables. Es por eso que es de lamentar que personas como Pablo Iglesias, Alberto Garzón, Ada Colau y tal vez alguna persona más, no encabecen una única opción para los millones de ciudadanos que han sido literalmente sacrificados y hasta pisoteados en sus derechos por el bipartidismo del sistema.
 
¿ Cual es entonces el futuro de Podemos?  ¿ Esa quinta o cuarta parte de electores que las encuestas les daban  mantendrán su intención de votarles ahora en las autonómicas y locales y luego en las generales ?
 
Pronto lo vamos a saber y quizá entonces se despeje otra incógnita, la de la convergencia o no de Podemos e Izquierda Unida.
 
Si los resultados son razonablemente buenos para Podemos y descorazonadores para Izquierda Unida, la convergencia estará descartada o se traducirá en un vuelco, en desigualdad de condiciones, de Izquierda Unida hacia Podemos, pero si los resultados de Podemos no son tan buenos como cabía esperar y los de Izquierda Unida menos descorazonadores de lo previsto, la convergencia, en términos de mayor igualdad, estará en el horizonte de la concurrencia a las elecciones generales del otoño de 2015 ( de septiembre a diciembre ).
 
* Publicado con autorización del autor