Otros de Carlos en La casa de mi tía

Del Líbano a Gaza. La Anglosfera apoya el genocidio Buscando la guerra 

Carlos Martínez

politólogo

 secretario del PSLF

del Consejo Científico de Attac España

La Anglosfera (EEUU/RUGB) construye hace años un relato y una visión del mundo adaptada a los intereses de sus élites y sus burguesías. Los intereses de las y los poderosos de Occidente se trasladan al pueblo al objeto de que este conecte con sus ideas y engañarle haciéndole creer que los intereses de banqueros, oligarcas, grandes propietarios y rentistas son los suyos y que vivimos en el mejor de los mundos posibles.

No solo eso, sino que nosotras, nosotros y nuestros dirigentes es decir tan solo el 16% de toda la población mundial, somos el mundo, la comunidad internacional.

Somos las democracias, pero ¿Acaso una democracia puede defender y apoyar el holocausto que sufre el pueblo palestino, el constante ataque al Líbano y la dominación colonial de un estado religioso y racista sobre toda una región del planeta?¿Puede la democracia considerar que existe un pueblo elegido de dios y que este tiene derecho a ser superior sobre el resto de los pueblos del mundo y derecho a la defensa que incluye como objetivos militares a toda la población civil de Palestina o árabe y expulsarla de sus tierras en base a un supuesto derecho divino? ¿Eso es lo que en realidad apoyan y defienden quienes creen ser los herederos de Montesquieu, de la Revolución Francesa y del liberalismo? Afirmando encima que el ente sionista es una democracia. Soberana desvergüenza sino fuera por los cientos de miles de vidas que está costando.

Se transmite que el pueblo palestino está solo y abandonado. Esto es incierto pues las calles árabes están con ellos y sufren también los designios de los EEUU y el imperialismo teniendo que soportar tiranías, reyes traidores y presidentes cobardes que no se atreven a plantar cara al hegemon norteamericano o directamente colaboran sin ninguna moral, con él. Pueblos avergonzados de la actitud de sus dirigentes que se enfrentan en las calles a sus regímenes por solidaridad con el pueblo palestino y que saben que para el sionismo y sus amigos, todos y todas las árabes son seres despreciables susceptibles de ser aniquilados. Occidente ha destruido Libia, Irak, Siria e hizo traicionar las revueltas árabes o sostiene la monarquía marroquí con mano de hierro en contra tanto de palestina como del pueblo saharaui.

Pero no solo la calle árabe, estados como Iran ha plantado cara y demostrado que el ente sionista ni es invulnerable ni invencible. La República del Yemen actúa con energía y valentía cerrando el Mar Rojo y combatiendo con valentía y eficacia a la marina de los EEUU y Gran Bretaña, al tiempo que ataca el ente sionista. Las resistencias armadas de Siria e Irak con la pasividad y/o complicidad de sus gobiernos no solo atacan a los sionistas, sino que lo hacen contra las bases de los EEUU en sus territorios nacionales.

Líbano cuenta en su difícil tablero de ajedrez con la fuerte presencia de un partido que tienen ministros en su gobierno y es mayoritario, Hezbola, el cual dispone de una poderosa milicia-ejercito con experiencia de combate y armas así como una capacidad ya demostrada en 2006 de poder derrotar el ejército de Israel y que ha actuado solidariamente con la masacrada Palestina tanto en Gaza como en Cisjordania a pesar de los asesinatos de algunos de sus dirigentes. Por eso la agresión israelita no es contra un pueblo en armas sino contra la población libanesa pues los sionistas consideran un objetivo militar a liquidar no solo un combatiente, sino a su familia, sus amigas y amigos, sus vecinos, es decir a todo el pueblo y matan sabiendo que lo hacen a civiles al igual que los EEUU, la OTAN y sus aliados lo hicieron en Libia, Irak, Afganistán o donde haga falta.

Desde Bruselas se justifica cobardemente y sumisamente la acción militar sionista, se apoyan a los EEUU y se provoca la crisis industrial y económica europea en beneficio de los EEUU y sus intereses ya sean en Ucrania o en Palestina y ahora en Líbano participando en la guerra global contra todo aquel que no siga los dictados de las oligarquías anglosajonas y sus intereses coloniales en su guerra comercial contra el Sur global.

Por todo esto la exigencia de paz, va acompañada de la de justicia, igualdad y una democracia que lo sea, no la plutocracia que sufrimos.

Luego los partidos que fueron de clase y/o socialdemócratas e incluso comunistas o populistas de “izquierda” reconvertidos al atlantismo, deben defender los intereses de sus clases populares y ello pasa por apoyar a los pueblos asesinados, colonizados y violados. La paz y la igualdad frente a unas oligarquías cada vez más poderosas y el mundo cada vez más desigual. Lo cual exige reaccionar políticamente ya, al tiempo que exigimos la salida inmediata de la OTAN.