¿Por qué una moneda BRICS? - por Richard J. Grant

Richard J. Grant 19 de agosto de 2024 (01:29 h.)

¿Por qué una moneda BRICS?

Richard J. Grant

BUSINESS DAY

Como unidad de cuenta, la moneda de los BRICS no necesitaría circular como medio de intercambio, simplemente facilitaría la fijación de precios y los contratos

No resulta obvio que la creación de una moneda de los BRICS haya sido la primera opción de nadie. Sin duda, cada uno de los países miembros tiene interés en mantener y ampliar el alcance de su propia moneda nacional.

Cada moneda funciona como unidad de cuenta nacional, medio de cambio, instrumento de política y fuente potencial de ingresos gubernamentales denominados “señoreaje”. Una moneda bien administrada también puede ser un símbolo de independencia y orgullo nacional.

Quienes utilizan una moneda lo hacen para facilitar el comercio, es decir, para reducir el costo del comercio. Cuanto mejor se perciba que una moneda cumple con este objetivo, más ampliamente se utilizará, y cuanto más ampliamente se utilice, mejor será para facilitar el comercio. Esto explica el uso omnipresente del dólar en el comercio internacional y, en algunos países, como moneda local de facto y depósito de riqueza.

Todos los países BRICS se han beneficiado de las relaciones comerciales mundiales facilitadas por la aceptación del dólar como moneda internacional común. También se han beneficiado del acceso a los sistemas bancarios y de pago estadounidenses, y a los mercados financieros estadounidenses.

¿Por qué entonces una moneda BRICS? La aceptación de una moneda en el comercio hoy depende de la confianza en que otros la aceptarán en el comercio mañana y de que la moneda tendrá un valor estable. Su utilidad en el comercio también depende de la confianza en la gestión prudencial de las instituciones financieras asociadas y del acceso imparcial a los sistemas de pago. En un mundo de dinero fiduciario y amplia regulación financiera, esto implica confianza en un gobierno.

Por eso, ninguna de las monedas BRICS+ es la preferida para sustituir al dólar. Ninguna ha mantenido el desarrollo cultural y la relación entre gobierno y gobernados que genera confianza en el imperio de la ley, y es un requisito previo para el surgimiento de mercados financieros profundos. Esto lleva mucho tiempo desarrollarse, pero puede destruirse con bastante rapidez.

Ese es el peligro que corre el dólar hoy en día. Desde principios de 2021, los estadounidenses han sufrido una explosión de inflación que llegó a alcanzar el 9% antes de caer a poco más del 3%. Aunque es probable que la tasa de inflación del dólar caiga aún más, el déficit federal se ha disparado como consecuencia de enormes aumentos del gasto improductivo.

Los procesos abiertamente políticos, en los que se condena a inocentes y se deja en libertad a los culpables, se han convertido en un espectáculo cotidiano en Estados Unidos, mientras todo el mundo está pendiente de cómo responderá el electorado a estos insultos incesantes. Pero ninguno de estos problemas es exclusivo de Estados Unidos.

Las sanciones estadounidenses contra el comercio con Rusia han bloqueado el acceso a los sistemas bancarios y de pago basados en dólares. La congelación y probable confiscación de 300.000 millones de dólares de activos soberanos rusos es una lección para todos los países –especialmente China– de que las futuras disputas políticas podrían poner en riesgo sus activos y facilidades comerciales. Es prudente tomar precauciones contra ese riesgo.

Unidad basada en oro

Muchos países han convertido porciones significativas de sus reservas de dólares en oro y han aceptado recibir ese oro. El precio del oro en dólares ha aumentado más del 15% en el último año, aunque se ha estabilizado en los últimos dos meses. El oro es la moneda de reserva definitiva, y se rumorea que la “unidad” monetaria de los BRICS será una unidad de cuenta basada en el oro, posiblemente combinada con una canasta de monedas nacionales de los BRICS.

En el último año, cuatro de las cinco monedas de los BRICS han tendido a estabilizarse en relación con el dólar. Brasil ha anunciado una meta de inflación del 3%, una meta que puede resultar familiar a los sudafricanos, lo que indica una política de convergencia monetaria.

En 2001 propuse que el rand se fijara en el valor de una cesta compuesta por un 20% de oro y un 40% de dólares y euros. El rand habría seguido circulando normalmente, pero habría reflejado las valoraciones de las tres monedas de reserva que lo componen. La inflación se habría reducido a niveles insignificantes y los tipos de interés habrían reflejado el menor riesgo cambiario.

Pero si el objetivo principal de la moneda de los BRICS es reducir la dependencia de los sistemas de pago del dólar y el euro, el oro debería desempeñar un papel más importante en la creación de una unidad de cuenta de los BRICS. Es la única moneda de reserva no fiduciaria.

Como unidad de cuenta, la moneda de los BRICS no necesitaría circular como medio de intercambio, sino que simplemente facilitaría la fijación de precios y la celebración de contratos. La liquidación de los contratos podría lograrse mediante asientos contables en las cuentas de las unidades de los BRICS o mediante el intercambio directo de los valores indexados de las monedas nacionales.

El mercado de divisas seguiría registrando grandes volúmenes de transacciones diarias para garantizar la determinación de los precios de todas las monedas comercializables. El oro seguiría cotizando en dólares, pero un nuevo modelo emergente de cooperación comercial internacional promoverá la liquidación directa en monedas nacionales y el desarrollo de sistemas de pago distintos del dólar.