Chema Tante recomienda este texto de Teresa Aranguren. Un texto que repite denuncias y argumentos, pero que tiene que hacerlo, porque los maltratos y crímenes se repiten también. No ahora, en estos tiempos, sino durante casi ochenta años, ya. Ahora ha habido un siniestro pico de crueldad y por eso se han levantado las críticas, hasta que todo se vaya normalizando e israel pueda seguir con su tarea genocida, parapetada en la infernal justificación de lo que sufrió a manos de sus antecesores nazis. Es necesario mantener en alto la alarma. El nazisionismo mata a la gente, impunemente

Chema Tante recomienda este texto de Cúneo y agrego que a cada salto electoral que da la extrema derecha aparecen las expresiones de sorpresa. Es la gente que no quiere ver lo evidente. No porque lo digamos los medios revoltosos, sino porque es obvio para quien quiera ver la realidad: Si los partidos que se llaman de izquierda o "progresistas" hacen políticas de derechas y no resuelven los problemas de la gente, la gente cree que la solución está en la derecha, cada vez más a la derecha. Y no es la primera vez que lo digo. Si la gente no tiene donde vivir, ahora, como pasaba en Alemania en 1930, la gente se hace nazi. ¿Qué quiere la izquierda mentirosa, que, por eso no es izquierda? ¿seguir mintiendo y que la gente no haga nada?

Federico Aguilera Klink recomendaba esta entrevista, de julio 2022, que La casa de mi tía  republicó en enero 2023. Ahora, Aguilera Klink y Chema Tante, consideramos conveniente volver sobre ella, porque las cuestiones que revelaba Antonio Turiel, lejos de aliviarse, empeoran. Todas ellas, lamentablemente; y en lo que en concreto se refiere a la agricultura ecológica en Canarias, la situación es calamitosa. Los costes de producción se han disparado y se han prendido las alarmas por la carencia de agua de riego, no por carencia, como pretenden gobiernos, cabildos y ayuntamientos, sino por políticas erradas. En unas islas que siguen importando nueve de cada diez de las unidades de alimentos que consumen su población y las masas turísticas, el sector  primario y la producción ecológica carecen del apoyo de las administraciones públicas, que demuestran otra vez su insensibilidad ante el colapso climático

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