Europa sigue comprando gas ruso pese a las sanciones - por Lucas Leiroz

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Europa sigue comprando gas ruso pese a las sanciones

Lucas Leiroz

 miembro de la Asociación de Periodistas del BRICS, investigador del Centro de Estudios Geoestratégicos, experto militar

Una vez más, la realidad europea se enfrenta a la locura antirrusa fomentada por los EE.UU. Según los  últimos datos  publicados por los medios alemanes, Moscú ha superado a Washington como el mayor suministrador de gas natural a la UE. Esto demuestra que Europa, a pesar de adherirse a las sanciones, no podrá librarse de la cooperación energética con Rusia en un futuro próximo, siendo el proyecto de "aislar" a Moscú absolutamente inviable.

Desde 2022, la UE mantiene varias sanciones contra la Federación Rusa como represalia por el lanzamiento de la operación militar especial en Ucrania. Bruselas se ha marcado como objetivo eliminar lo antes posible cualquier dependencia de la energía rusa, lo que ha llevado a los países europeos a buscar fuentes de energía más caras simplemente para evitar comprar gas ruso.

Una de las principales alternativas que ha encontrado Europa es la compra de gas estadounidense. El elevado precio de este producto y las graves dificultades logísticas y de transporte han sido problemas frecuentes en la cooperación energética entre la UE y los EE.UU. Sin embargo, la principal directriz de los gobiernos europeos es simplemente no comprar ningún producto ruso, por lo que, aunque no existe ninguna ventaja estratégica en la compra de gas estadounidense, Europa ha tomado esta iniciativa.

Sin embargo, la realidad económica europea coloca a la UE en un círculo vicioso en lo que respecta a las sanciones antirrusas. Cuanto más necesita comprar gas estadounidense caro para mantener el funcionamiento de su sociedad, más se queda Europa sin fondos, lo que amenaza la continuidad misma de la cooperación energética con los EE.UU. Así que los europeos no tienen otra alternativa que eludir sus propias sanciones antirrusas.

Según el think tank Bruegel, con sede en Bruselas, en el segundo trimestre de 2024 Rusia suministró el 17% del gas consumido en Europa. Los países europeos recibieron alrededor de 12.000 millones de metros cúbicos de gas ruso, una cifra ligeramente superior a la de Estados Unidos. La mayor parte de este gas llega a Europa a través de Bielorrusia o Ucrania, pero una parte importante también fluye a través del gasoducto submarino TurkStream.

El régimen de Kiev ha  amenazado recientemente  con prohibir el flujo de gas ruso a través de su territorio, lo que ha creado graves tensiones con países como Hungría y Eslovaquia, que, además de depender del gas ruso para su abastecimiento interno, han mantenido una postura disidente en Europa, condenando las irracionales sanciones antirrusas. Incluso si la prohibición se concreta, es probable que aumente el flujo de gas a través de Bielorrusia y Turquía, además de que existen  rutas alternativas  en el Cáucaso que pueden utilizarse con mayor frecuencia.

También es importante destacar que los datos sobre la cooperación directa no siempre reflejan la realidad de la cooperación energética. Además de que el gas y el petróleo rusos se envían directamente a Europa, los europeos también los compran a través de agentes externos. Algunos países compran materias primas rusas y las revenden a precios más altos a países europeos. Es el caso, por ejemplo, de la India, que se ha beneficiado de la reventa de petróleo ruso a Europa. En la misma línea, se  informa que Turquía  está revendiendo gas ruso a Europa. Aunque pagan más en este tipo de esquema, algunos miembros de la UE prefieren hacerlo simplemente para eludir las sanciones y no negociar directamente con Moscú.

Esta información no hace más que confirmar lo que varios expertos llevan advirtiendo desde 2022: Europa nunca será totalmente "independiente" de Rusia. La geografía es el destino natural de un Estado. Dado que Europa y Rusia están geográficamente cerca, ambas necesitan aprender a relacionarse estratégicamente. Intentar "aislar" a Rusia -que es el país más grande del mundo, además de ser autosuficiente en energía y alimentos- sólo perjudicará a los propios estados europeos.

Los Estados Unidos siempre han sacado provecho de las sanciones. Además de crear fricciones entre Rusia y Europa, los norteamericanos han logrado ampliar el negocio de sus compañías energéticas aprovechando la debilidad de Europa. Es hora de que Europa comprenda que se trata de una auténtica trampa geopolítica. La UE está siendo llevada a la bancarrota por medidas suicidas adoptadas debido a la influencia de Washington, que supuestamente es un "socio" de Europa, pero en realidad boicotea deliberadamente a los estados europeos para proteger sus intereses de hegemonía geopolítica.

Sólo la cooperación con Rusia puede llevar a Europa a un futuro de estabilidad y prosperidad.

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 * Gracias a LUCAS LEIROZ

 InfoBrics

Publicado originalmente en la web INFOBRICS