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jueves, 19 de septiembre de 2024 10:11h.

Escachados con el plátano - Conchi Moreno

FR C M

Escachados con el plátano

Conchi Moreno *

 

Habría que preguntarse qué nos ha pasado, qué tipo de anestesia o desesperación nos paraliza para ni siquiera indignarnos ya al ver como regularmente destruimos nuestros alimentos, los que producimos con nuestro trabajo; hoy los plátanos, mañana la leche, pasado las papas… 

En qué mundo vivimos que no importa que pasemos hambre. ─Ciento cincuenta mil personas en nuestro Archipiélago no pueden permitirse tres comidas al día según la encuesta 2024 de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística─. Porque no producimos comida, sino beneficios empresariales; no trabajamos para alimentar a nuestro pueblo, sino para que cuatro empresarios cobren subvenciones. En qué momento el valor de la vida se convirtió en el precio de mercado y desde cuándo la necesidad se mide en los números irracionales de la política agrícola, donde lo que menos importa es nuestra propia gente, cada vez menos, dedicada a la agricultura. 

Este mismo año, mientras el plátano canario multiplicaba por cinco su precio en la península en los últimos seis meses ─de 28,20€ los cien kilos en enero hasta los 129,45€ de junio, los agricultores apenas han conseguido arañar veinte céntimos de esa subida. De 1,10€ a un 1,29€ a mitad de año. Lo llevan crudo. 

Y para poder mantener esos precios y esos beneficios desorbitados, la patronal del plátano ASPROCAN ha vuelto a pedir a nuestro Gobierno canario ─que es más suyo que nuestro─ que se destruyan un millón y medio de kilos de plátano. No es fácil decirle que no a la patronal del plátano, así que de momento ya se han puesto a “picar” un millón doscientos mil kilos en la primera “pica” del año. El año pasado se destruyeron veintiséis millones de kilogramos de plátano. Porque los plátanos no importan, porque el trabajo de nuestros agricultores no importa, porque ni la comida ni la gente importan, porque solo importa el beneficio. Un beneficio que se completa con las ayudas del Programa de opciones específicas por la lejanía y la insularidad (POSEI) de la Unión Europea. Ciento cuarenta y un millones al año a repartir entre cada productor. 

PICA DE PLÁTANOS
PICA DE PLÁTANOS

Teniendo en cuenta que esa subvención de Europa no va a aumentar un euro ─porque los plátanos no son armas para Ucrania─, al consejero de agricultura de nuestro Gobierno canario ─siempre menos nuestro que de los grandes productores─ se le ocurrió apenas sugerir que no había mucho futuro en seguir sobreproduciendo plátanos, aun para destruirlos luego, a cambio de una subvención de apenas 33 céntimos el kilo ─los destruidos se cobran igual que los comidos─ y que, si se sigue aumentando la producción, puede llegar a bajar a apenas 27 céntimos el año próximo. 

Pagar a 27 céntimos el kilo cada tonelada de plátanos que se pica en Canarias no sólo es una barbaridad económica, ecológica y social. Es que, para la inmensa mayoría de los productores, es absolutamente ruinoso. Es decir, se les pide que trabajen para destruir luego el fruto de su trabajo perdiendo dinero al final de todo ese proceso. Cosas del capitalismo. 

Sin embargo ─cosas del capitalismo─ si eres un gran productor, aumentando la producción a base de abonos, herbicidas y demás porquerías con las que contaminan nuestro territorio, arañando subvenciones locales de los amigos de aquí y allá, con nuestras aguas en sus manos, entre los precios enormes con los que sangras a los consumidores finales y lo que te ahorras pagando a unos productores arruinados, más el fisco de la subvención de lo que destruyes, parece que les salen las cuentas.

Y como donde hay patrón no manda marinero, la opinión de ASPROCAN, siempre bien representada en el Gobierno, en este caso por doña Nieves Lady Barreto Hernández ─ actual consejera de Presidencia, Administraciones Públicas, Justicia, Seguridad y plátanos─ reconocida dirigente de Coalición Canaria en La Palma, se ha impuesto, dejando sin efecto cualquier reflexión que pudiera plantear, desde el desconocimiento de cómo funcionan las cosas, el pobre consejero de Agricultura Narvay Quintero, un político subalterno que apenas acierta a ocupar la cuota de la Agrupación Herreña Independiente en el Gobierno canario y que, en cualquier caso, no se va a dejar el sueldo en una disputa que no puede ganar. Un consejero que, tras reunirse a finales del año pasado con la Plataforma Canaria frente a la Emergencia Alimentaria, se comprometió a llevar a una Declaración de Emergencia a la Comisión de Gobierno y a abrir una mesa de trabajo transversal con diferentes consejerías y participación de la plataforma, encaminada a abordar las medidas necesarias para afrontar la situación del hambre en nuestras Islas. Y de la que no se supo más nada.

Mientras tanto, solo nos queda seguir viendo cómo se destruyen los plátanos a cambio de envenenar nuestras tierras, cómo se arruina a nuestros agricultores a cambio de unas subvenciones y cómo sube el precio del plátano a unos consumidores esquilmados a cambio de concentrar los beneficios en cuantas menos manos mejor.

Y, esperar que algún día algún Gobierno haga algo.  

 

Conchi Moreno. Reunir. 

CONCHI MORENO
CONCHI MORENO

 

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