Nace el colectivo ciudadano “La Aldea es nuestra”

Constituida mayoritariamente por personas jóvenes del municipio, tiene por objetivo conservar el rico patrimonio natural y cultural del oeste grancanario ante la llegada del turismo depredador que invade Canarias. 

Una pieza turística de 1500 camas, la ampliación del muelle, una o varias centrales hidroeléctricas en el corazón de la cuenca del Bentayga o un parque nacional ideado para los hoteleros que proyectan macro-complejos en el valle de La Aldea amenazan el frágil equilibrio social y natural de uno de los últimos pueblos de Gran Canaria que ofrece la oportunidad de un desarrollo respetuoso con el territorio y sus habitantes.

La ejecución de estos mega proyectos implicaría, por ejemplo, un aumento de casi el 33% de pernoctaciones del valle de La Aldea o la masificación de espacios emblemáticos y de reunión para los vecinos como es la zona costera del municipio (el muelle, la playa y la icónica playa del Puertito). Esto supondría una pérdida de calidad de vida y la degradación de un paisaje con alto potencial de regeneración. 

Sin olvidar que el aumento exponencial de la demanda y consumo de energía, agua y suelo -elementos escasos y que generan una importante huella ecológica durante su producción- o un repunte en la generación de residuos, el incremento proporcional de coches y los problemas de aparcamiento y tráfico derivado de ello, pueden suponer un grave problema para la sociedad que habita el municipio. 

Además, no podemos olvidar las consecuencias que esto conlleva, trayendo consigo una mayor afluencia de visitantes a Guguy, terminando por romper la armonía y la tranquilidad del lugar; y, a su vez, el tránsito continuo de turistas entre los hoteles y la playa, afectando directa e indirectamente a espacios naturales como el barranco, el humedal de La Marciega, la hoya del Caiderillo, barranco del Perchel - La Punta, el acantilado del Andén Verde o los sebadales de Guguy (hasta el momento los mejores conservados de la isla), todos ellos incluidos en la Reserva de la Biosfera y con esto, casi toda la extensión del municipio se encuentra dentro de la Red Natura 2000 constituida por diferentes figuras de protección que no deben de pasar desapercibidas ya que podemos encontrar una gran diversidad entre sus especies de flora y fauna, destacando la conservación de aves esteparias.

La aplicación de estos proyectos significaría, una vez más, dar trato de solar a un ambiente desértico de altísimo valor ecológico por afección directa de la urbanización turística e indirecta de la actividad derivada del proyecto expuesto.Lo que también supondría la destrucción de un área de máxima importancia para las aves esteparias del valle de La Aldea, y uno de los últimos refugios en estado de conservación digno de Gran Canaria.

En conclusión, el colectivo ciudadano "La Aldea es nuestra", constituido mayoritariamente por personas jóvenes del municipio, se enfrenta a una serie de megaproyectos que amenazan el equilibrio social y natural de La Aldea. La ejecución de estos proyectos provocaría un aumento significativo de pernoctaciones y la masificación de áreas emblemáticas, llevando a la degradación del paisaje y la pérdida de la armonía y tranquilidad destruyendo áreas de gran valor ecológico, vitales para la fauna local, especialmente las aves esteparias del valle de La Aldea, representa una pérdida irreparable para el medio ambiente y el patrimonio natural de Gran Canaria. Por ello, es crucial valorar el impacto de estos proyectos y buscar alternativas que promuevan un desarrollo sostenible y respetuoso con el entorno y sus habitantes.

Por todo ello, se presentarán a lo largo de los próximos días ante sus vecinos para tratar de comunicar de forma clara y concreta sus argumentos en pro de un desarrollo que garantice la conservación del rico patrimonio cultural y natural del municipio, que debe ser el motor para la mejora social y económica de La Aldea.