Una Apuesta por la Convivencia y la Verdad

Jacinto Ortega del Rosario

exconcejal de Cohesión Social, Igualdad y Juventud del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria 

El próximo 6 de julio de 2024, Las Palmas de Gran Canaria será el escenario de una manifestación convocada por grupos fascistas en contra de la inmigración irregular. Estos sectores han optado por propagar bulos que asocian falsamente a los inmigrantes con el aumento de la delincuencia en nuestra sociedad, fomentando así el odio y la división. Como exconcejal de Cohesión Social, Igualdad y Juventud en esta ciudad, me siento obligado a expresar mi más enérgico rechazo a este acto que, lejos de contribuir al bienestar común, incita al odio y a la discriminación.

La inmigración irregular es un tema complejo que requiere soluciones integrales y humanitarias, no la simplificación grosera que promueven estos grupos. Asignar la responsabilidad de la delincuencia a los inmigrantes es una táctica arcaica y peligrosa que se nutre de la desinformación y el miedo. Numerosos estudios demuestran que no existe una correlación significativa entre inmigración y criminalidad. De hecho, la mayoría de los inmigrantes vienen en busca de oportunidades y están dispuestos a contribuir positivamente a nuestra sociedad.

La propagación de bulos sobre la delincuencia es una herramienta de manipulación utilizada por aquellos que desean mantener el poder a través del miedo y la división. Es fundamental que, como sociedad, nos resistamos a estas narrativas falsas y nos enfoquemos en los hechos y en las estadísticas reales. Los problemas de seguridad que enfrentamos son complejos y multifacéticos, y no se resolverán señalando a una minoría vulnerable como chivo expiatorio.

En este contexto, quiero manifestar mi total apoyo a la petición popular que solicita a la fiscalía que no permita la realización de esta manifestación. La libertad de expresión es un derecho fundamental, pero este derecho no debe ser utilizado como una herramienta para propagar odio y violencia. Nuestro marco legal debe proteger a todos los ciudadanos, especialmente a aquellos que son objeto de ataques injustificados y discriminatorios.

Las Palmas de Gran Canaria ha sido históricamente una ciudad abierta y diversa, un lugar donde la convivencia y el respeto mutuo son valores centrales. Permitir que esta manifestación fascista tenga lugar es un atentado contra esos valores y una amenaza para la paz social. Debemos defender nuestra comunidad de aquellos que buscan dividirnos y promover el odio.

La convivencia y la integración son procesos que requieren esfuerzo y compromiso de todas las partes. Es crucial que trabajemos juntos para construir una sociedad más inclusiva y equitativa, donde todos, independientemente de su origen, puedan vivir con dignidad y seguridad. La diversidad es una fortaleza, no una amenaza, y es nuestra responsabilidad colectiva protegerla y celebrarla.

Hago un llamado a las autoridades competentes para que actúen con responsabilidad y no permitan que esta manifestación se convierta en un escenario para la propagación del odio. También insto a todos los ciudadanos a rechazar estas ideas fascistas y a trabajar juntos por una sociedad más justa y unida.

En estos tiempos difíciles, debemos recordar que la verdadera fortaleza de una comunidad reside en su capacidad para acoger y proteger a todos sus miembros, sin importar su origen. Es hora de levantar la voz contra la intolerancia y reafirmar nuestro compromiso con los valores de igualdad, respeto y solidaridad.

Jacinto Ortega del Rosario