Respuestas entre Irán e israel. Seré esclavo de mis palabras y de mis números... - por Pedro Prieto
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Respuestas entre Irán e israel. Seré esclavo de mis palabras y de mis números...
Pedro Prieto
Mientras siguen sonando los tambores de guerra, cada más en más lugares del mundo y tratamos de no preocuparnos por lo que puede empezar a pasarnos pronto, vuelvo a echar una ojeada a las últimas estadísticas que ofrece el Energy Institute en 2024, con datos de 2023, sobre los suministros mundiales de petróleo y gas. Estas bases de datos las estaba ofreciendo hasta hace pocos años British Petroleum (BP)
He trabajado con los datos de sus estadísticas en las siguientes etiquetas de su enorme hoja Excel. Se admite la posibilidad de errores.
Me voy a centrar en los suministros de petróleo (tanto petróleo crudo como ya refinado) como en los suministros de gas natural, principalmente mediante buques de gas licuado (LNG, por sus siglas en inglés)
Y me voy a centrar, dentro de la maraña de datos, en los relativos a los suministros de dos exportadores malditos para Occidente, como son Rusia (en ella sumo al la Comunidad de Estados Independientes, o CIS, por sus siglas en inglés, bastante afines a Rusia y vecinos de ella) y también Irán.
Y lo hago, porque hoy mismo, se anuncia como inminente, una respuesta militar “seria” de Israel a la respuesta de Irán, como consecuencia de uno o varios ataques de Israel a intereses de Irán, tanto dentro de su país como en sedes diplomáticas. Estos días se especula en los medios occidentales que habrá respuesta de Israel y solo se duda de si será sobre los centros de producción (extracción), refino y transporte de petróleo o si serán sobre los centros de investigación y de fabricación de combustible nuclear de Irán, o si eso incluirá a la central nuclear de Busher en Irán y si esa respuesta será con armamento convencional o si en esta fase o en la siguiente, se puede llegar a la utilización de armamento nuclear israelí sobre Irán.
Irán ha declarado en los medios que prestan alguna atención a sus dirigentes, que otro ataque de Israel sobre Irán desatará una nueva respuesta, esta vez más devastadora que la anterior, donde se pudo apreciar que los iraníes tienen capacidad para lanzar cientos, posiblemente miles de misiles de alta velocidad (los hipersónicos son los que superan largamente la velocidad del sonido en prácticamente todas las fases del vuelo y los uqe ha enviado en el último ataque no necesariamente eran todos hipersónicos). Y lo ha hecho con un alcance cercano a los dos mil kilómetros y con precisiones de pocos metros.
Los medios occidentales y los israelíes no han podido ocultar esta vez, que su sistema de defensa antiaérea por capas, la famosa Cúpula de Hierro, ha sido muy insuficiente para parar muchos de los golpes. Tanto los medios occidentales como los iraníes, parecen acordar que los ataques iraníes últimos han sido básicamente sobre centros exclusivamente militares y las instalaciones de los servicios de inteligencia de Israel, el Mossad.
Los iraníes, temiéndose que esta vez los israelíes pueden atacar centros y estructuras industriales, como refinerías y puertos o depósitos de combustible, etc., han advertido que su contrarrespuesta alcanzará medios israelíes de este porte, como plataformas de gas en el Mediterráneo o puertos y también refinerías y depósitos de combustible y centrales eléctricas.
Para colocar todavía más las cosas en la tensión adecuada, Trump el expresidente y candidato presidencial en EEUU a un mes de las elecciones, acaba de afirmar, que Israel debería golpear las instalaciones nucleares iraníes en primer lugar
El actual presidente estadounidense Joe Biden, casi en estado vegetativo y su vicepresidenta y candidata presidencial Kamala Harris, si bien todavía dudan sobre si que Israel escale a los activos nucleares iraníes o no, ambos candidatos tienen una identidad absoluta en el asunto de Oriente Medio de apoyo incondicional al estado genocida de Israel.
Por otro lado, en el frente europeo, tenemos la guerra de Ucrania, otro foco candente de conflicto general. En los dos años y medio de conflicto, las pérdidas humanas por ambos bandos son horrorosas, aunque no hay datos fiables. Ucrania está en la ruina, sus ricos campos del Chrenozem como paisajes lunares, si industria devastada y con los rusos últimamente apretando en cas todos los frentes.
La OTAN sigue una senda de huida hacia adelante, como si esperase que Rusia se fuese a rendir y ya va quedando meridianamente claro que el enfrentamiento no es entre Rusia y Ucrania, sino entre la OTAN y Rusia. Y el dictador Putin ha llegado a lanzar estos días una clara advertencia, al constatar algo que es evidente y es que los ataques que finalmente ha terminado Rusia por sufrir en lo más profundo de su territorio europeo, son posibles, no solo porque la OTAN proporciona misiles de largo alcance, sino sobre todo, porque aporta información esencial de inteligencia desde satélites de EEUU o de la OTAN y de posicionamiento de los activos militares rusos, para que Ucrania los golpee.
Así que Putin ha decidido cambiar recientemente su doctrina militar (que durante décadas ha consistido en no ser el primero en usar el arma atómica) y también ha dejado claro que las respuestas pueden llegar a golpear a algún país de la OTAN, que se vea directamente involucrado en los ataques a Rusia.
En realidad, digan lo que digan los medios occidentales, no estamos viendo tanques rusos en ningún país de la OTAN, pero si vemos tanques y equipos militares avanzados de la OTAN atacando dentro de territorio ruso.
Así que echemos mano a unos pocos datos, de los que se ofrecen en público y a los que los medios occidentales parecen reacios a considerar, y generalmente se van por generalidades que no ayudan a entender el problema.
Los datos que se ofrecen son de 2023 y es más que probable que los de 2024 sean todavía peores y más dramáticos, puesto que, sobre todo Europa, lleva dos años y pico tratando de reducir drásticamente sus suministros, sobre todo de Rusia, pero evidentemente, también de Irán.
En la primera tabla, se detallan los movimientos de petróleo crudo y refinado entre los exportadores de Rusia y de Oriente Medio, que incluye a Irán, pero no es solo de Irán. Esto es por la sencilla razón de que nadie debería esperar que Israel golpee a Irán de forma contundente e Irán, si no puede terminar de liquidar a Israel en la siguiente pasada, utilice el arma que posee, a mi juicio, más poderosa que la bomba atómica, que es el control y cierre completo del estrecho de Ormuz, por donde según las actuales estimaciones de la Energy Information Administration o EIA estadounidense, pasan unos 20,5 millones de barriles diarios, algo así como el 40% de todas las exportaciones mundiales de petróleo.
Si Israel y Estados Unidos llegan a arrinconar a Irán de forma que no tenga salida alguna, Irán puede terminar de emular al héroe para Israel y primer terrorista suicida, Sansón, cuando ya cargado de cadenas, realiza un esfuerzo supremo y tira el templo donde había miles de filiteos al grito de “¡muera yo con los filisteos!”
Así que el escenario que analizo es el del último vaivén que se puede dar en este conflicto. Allá va:
EL PETRÓLEO
Por ejemplo, si Irán se ve cercado, destruido y obligado a reaccionar, más allá de lo que pueda seguir enviando en forma de misiles a Israel y cierra el estrecho de Ormuz de forma permanente´;
Europa dejaría de recibir un 23% del petróleo crudo que ahora recibe y un 23,6% del petróleo refinado (Products) que pasa por ese estrecho
China (cuyo silencio o falta de información en medios occidentales me llama poderosamente la atención) dejaría de percibir un 46,3% de crudo y un 22,9% de los productos refinados del petróleo.
India dejaría de recibir un 47% del crudo y un 55,9% del petróleo refinado que necesita.
Japón, según los datos del Energy Institute, con el cierre permanente del Estrecho de Ormuz, dejaría de percibir casi todo el petróleo crudo que refinan sus refinerías (un 95,4%) y un 35,3% del crudo que llevan desde Oriente Medio pasando por el Estrecho de Ormuz. El silencio de este país, ante las amenazas de Irán, parece más bien una mordaza impuesta por Estados Unidos.
Singapur es un centro de refinado importante para Asía, de ahí que su dependencia del crudo sea mucho mayor que la del refinado
EL GAS NATURAL
Pero es que además, deberíamos contar también la situación del gas natural que llega a estas zonas del mundo, en forma de gas licuado.
Aquí merece la pena hacer una observación: poco antes del 2020, el porcentaje de gas que se exportaba de países productores exportadores a importadores, estaba más o menos equilibrado con el gas que se envía en buques tanques de gas licuado. Desde la guerra de Ucrania y la destrucción programada del gasoducto del Nordstream, las cifras de gas por gasoducto se han visto sensiblemente mermadas por los bloqueos y la dinamitación de las visas de suministro.
Si empezamos a analizar por regiones o países, el cierre completo del estrecho de Ormuz, implicaria para China una pérdida del 6,25% del gas natural que consume
Europa, la triste y vieja Europa, depende en un 4,7% del gas de Oriente Medio que pasa por Ormuz, básicamente desde Qatar, pero sigue dependiendo fatalmente de casi un 15% del gas de Rusia. Dos grandes enemigos que le pueden dejar sin el 20% del gas que consume.
La India se vendría abajo, si se cierra el estrecho de Ormuz, porque perdería el 33% del gas que ahora consume. Sorprende también el silencio de este gigante con capacidad nuclear militar, al igual que Pakistán con una dependencia similar y muy pesada del gas del golfo Pérsico que pasa por Ormuz.
Otros países muy proocidentales como Japón, Taiwan o Corea del Sur, tienen también dependencias muy severas del gas natural que les llega de Oriente Medio, si deja de llegarles y si Rusia se suma al cierre, sus economías con esas caídas de gas sufrirían un desplome sin precedentes.
Pero si se suma la dependencia del petróleo crudo y refinado y la del gas de estos países o regiones mencionadas y dejan de llegar ambos combustibles fósiles de forma permanente, los colapsistas seríamos unos optimistas respecto de lo que podría pasarle al mundo entero.
Llegados a este punto, creo que es necesaria una reflexión sobre la capacidad que puede tener Irán, si no se le deja otra opción y se busca su destrucción, de cerrar el golfo Pérsico de forma definitiva. Hemos visto hace pocos días la capacidad de llegar a golpear en bases militares a dos mil kilómetros de distancia con centenares de dispositivos. Sabemos que pueden hacerlo de nuevo y no sabemos exactamente cuantos miles de misiles de ese porte tienen.
Pero los misiles y torpedos que puedan tumbar petroleros y buques cisterna de gas dentro de la bañera que es el golfo Pérsico y el Estrecho de Ormuz, deben tener miles o decenas de miles y son mucho más baratos de construir. Eso por no hablar de torpedos de lanchas rápidas y de decenas de miles de minas. Vuelvo a recordar que el estrecho de Ormuz tiene unas 3 millas de ancho de canal de navegación de entrada y otras tantas de canal de salida.
El destrozo que puede causar Israel bombardeando refinerías, oleoductos o gasoductos en Irán, no es nada con el que se puede causar si se hunde unos cientos de petroleros de los que ahora mismo hay navegando por el golfo Pérsico a pocas millas de Irán, porque construir una refinería en Irán puede llevar diez años, pero construir una flota de petroleros o de buques cisterna de gas licuado llevaría mucho más. Y los iraníes saben perfectamente cuántos de ellos son de bandera de conveniencia (la mayoría), pero llevando combustible a enemigos.
Si, Irán puede llegar a desaparecer, si eso es lo que pretenden Trump o Harris por mandato de los que imperan en el imperio
Que el mundo siga apretando a Irán (y no a Israel) y llegue a acorralarlo, solo puede entenderse si alguien lo está planeando al margen de los evidentes perjudicados que se han listado en los cuadros anteriores. Observen como en los cuadros anteriores no se encuentran ni EEUU como importador (la realidad es que EE.UU. sí importa todavía unos 30 millones de toneladas de crudo del golfo Pérsico y unos 13 millones de toneladas de productos refinados del petróleo, pero eso no sería un daño existencial para el país. Y el otro ausente de la necesidad de importar nada del golfo Pérsico es Rusia.
Me resulta incomprensible que un país de 7 millones de habitantes como Israel ( ó 9 millones, si se cuentan sus ciudadanos de segunda), tenga sometido al imperio estadounidense de forma directa y obviamente a todo el Occidente europeo y los países capitalistas del resto del planeta y que los que hacen un mínimo de cuentas no estén exigiendo de forma mucho más clara a Israel (y a EE.UU. y a sus dos candidatos presidenciales) que hasta aquí hemos llegado y estén en modo silencio de los corderos ante el matadero.
Como colofón, pónganse a pensar por un momento lo que puede tardarse en que el petróleo y el gas del que dependemos, deje de llegar de Oriente Medio y de Rusia (serían unos 90-120 días en los porcentajes mencionados; se duda que el resto de los productores exportadores puedan compensar estas bruscas caídas) para nuestras economías. Y luego díganme si con un programa acelerado de “transición energética”, que lleva ya algunos años intentándose podemos llegar a tapar esos huecos con renovables.
Esto es de locos. Ojalá tenga que pedir disculpas por haberme equivocado y haber sido esclavo de palabras no certeras.
Pedro Prieto, a 5 de octubre de 2024